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Como continuación del artículo anterior, en estos momentos, percibo innumerables cosas casi de manera simultánea, donde todo lo veo cual si fuese en un negativo y poco, que parezca positivo, de tal manera que, por instantes veo, sin en realidad haber visto nada, hasta podríamos decir, cosas de locos.
Algo así como tener la sensación de haber dicho de manera correcta todo lo intranscendente y haber obviado decir las cosas más importantes.
Es decir, expresarme como los políticos, con un estilo medio mesiánico o semi burocrático que, por demás, aborrezco por torpe y engañoso, con la terrible sensación de parecerme tener una idea genial, aunque manipulada por gente insignificante.
Son estos políticos que, con el tiempo, conocemos muy bien sus comportamientos nones santos, más bien turbios, llevados a la práctica y la manipulación en las horas más secretas de la noche.
Son esas “negociaciones” ocultas las que facilitan el dolo y el contubernio de intereses que nada tienen que ver con las mayorías. Por eso los honorables solo llegan a “onorables”, ya que simplemente lo negocian y apadrinan todo aquello donde el señor dinero es el motivo principal del movimiento.
Es por eso, la ineficiencia de la educación pública -principalmente-, donde la peor amenaza contra ella lo constituye una mal llamada asociación, que no es más que un engendro de inoperancia, ineptitud, irresponsabilidad y negligencia en el arte de enseñar.
Es esta “Asociación”, la culpable de la impunidad por la falta de gerencia dentro de las escuelas públicas. Es esta asociación, donde radica nuestro gran problema, con la incapacidad de los nuevos profesionales, ya que los que están enseñando, por igual, son incapaces de llevar a cabo esa tarea, ya que todo, se ha convertido en una gran cadena o sucesión de ineficiencias e indelicadezas, donde solo los directivos de esa “agrupación”, se preocupan por hacer huelgas y hacerse cada día más millonarios, pero, ningún político ve esto, y, mucho menos, les interesa, ya sea por falta de valor o por conveniencia espuria.
La mediocridad en la enseñanza domina y manda, donde los estudiantes apenas saben leer, aunque la mayoría siquiera entiende lo que puede leer.
Todo esto, debido a que, por igual, los que deben de enseñar apenas pueden balbucear porque así fue como los hicieron “profesionales”; vacíos de contenido y llenos de vacuencia. Estos señores desconocen aquello expresado por Sócrates, cuando expuso que: Educar no es llenar la mente, si no, encender la llama del pensamiento crítico.
Estamos mal a pesar de la manipulación propagandística para hacernos creer que todo esto está bien.
Gastamos más en publicidad que en la preparación de los maestros y, aun así, persisten en el mismo error, y todos conocemos el porqué, ya que vale más el dinero negociado, que la semilla del conocimiento plantada.
De ahí que, tal y como nuestras Fuerzas Armadas tienen y mantienen la doctrina de la Defensa, por igual, la Ofensiva debería de ser la doctrina para el buen desarrollo de la educación pública.
Pero que va, esto parece una simple ilusión de pendejos, ya que el aumento en el “gato” o gasto de esta educación, ha sido dirigido a complacer apetencias y ambiciones, tanto de grupos económicos, como de los docentes, y, la construcción de obras para impartir docencia, con una finalidad de se mueve entre dar clases y ganarse un dinero, no necesariamente para obtener una educación de algún valor. Sí, estamos jodi..os. ¡Sí señor!