El pasado 4 de julio celebró Estados Unidos el día de su Independencia. En dicha epopeya se enfrentaron los Nacionales de las 13 colonias que se establecieron en América del Norte y el poderoso Reino de Gran Bretaña, a raíz de desacuerdos, impuestos y maltratos económicos de los que eran objeto los criollos por parte de la Corona. Esta confrontación independentista fue entre los años 1775 y 1783 y termino con la derrota británica en la batalla de Yorktown, en 1781.

El 4 de julio de 1776, se reunieron los 56 congresistas estadounidenses de las 13 colonias Inglesas, que habitaban este territorio norteamericano, para aprobar la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Esta nueva constitución fue redactada por Thomas Jefferson con la ayuda de otros ciudadanos de Virginia. Las trece colonias originales eran a la sazón: Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Virginia, Maryland, Delaware, Pennsylvania, New Jersey, New York, Connecticut, Rhode Island, New Hampshire, y Massachusetts.

El protagonista de esta hazaña, que comando las tropas nacionales, fue George Washington, quien tenía prestigio, experiencia, carisma y era conocido como un fuerte patriota, y además era apoyado por las Colonias del Sur. Con la firma del Tratado de París en septiembre de 1783, Inglaterra reconoció a los Estados Unidos como una República Independiente. El 23 de diciembre de 1783 Washington disolvió su ejército y renunció a su mando como Comandante en Jefe, dando así ejemplo de liderazgo y del ideal republicano que rechaza el poder.

En las primeras elecciones de la surgiente nación, en 1789, el Colegio Electoral eligió unánimemente a Washington, y una vez más en 1792, siendo hoy el único Presidente que ha recibido el 100 % de los votos electorales con John Adams como su Vice- presidente. Como Presidente, George Washington demostró ser hábil administrador, excelente delegador y un juez de talento y de carácter; se reunía periódicamente con su gabinete antes de tomar una decisión importante. Era sistemático, muy enérgico y organizado, y tomaba en cuenta la opinión de los demás.