Con la entrega de un primer documento al presidente Danilo Medina, la Junta Central Electoral (JCE) inició la entrega de la nueva cédula de identidad y electoral, que tendrá vigencia por diez años y que se reputa como infalible a todo intento de distorsión o suplantación. Se ha dicho que esa tarjeta está considerada entre las más seguras del mundo y que posee variables para menores, militares, policías y extranjeros residentes legales, además de poseer más de veinte medidas de seguridad que lo convierten en “confiable, inviolable y totalmente segura”.
De la invulnerabilidad de esa cédula depende la sanidad de las elecciones congresuales y presidenciales de 2016, por lo que la JCE está compelida a garantizar el blindaje de ese documento y su eficiente distribución a todos los ciudadanos hábiles para recibirlo.
Entre las bondades que se atribuyen al documento figura la de que contiene un dispositivo que permite a la Policía tener acceso a los datos que posee la JCE sobre una persona, además de que con un simple aparato electrónico, los bancos y otras instituciones financieras podrán determinar de manera rápida si ha sido falsificada.
Al convertirse en el primer dominicano que recibe esa Cédula, el presidente Danilo Medina envía una clara y saludable señal indicativa de la necesidad de que todos los ciudadanos acudan por ante las oficinas de la Junta a proveerse de tan vital documento. Desde el lunes próximo, operarán 147 centros de cedulación y 15 unidades móviles para la entrega del documento biométrico en todo el territorio nacional, en cumplimiento de la ley 26-01 que dispone su renovación cada diez años.
Casi todas las diligencias o gestiones ante organismos públicos o privados requieren de la presentación de esa identificación, por lo que conviene que la gente gestione su adquisición con diligencia y prontitud para evitar indeseables aglomeraciones, en el entendido de que la vieja cédula quedará pronto inhabilitada.
El tiempo dirá si esa nueva Cédula de Identidad y Personal tiene los atributos de seguridad y la posibilidad de acceso a datos de las personas, como aseguran proveedores y autoridades electorales. Ojalá que todo sea como se ha dicho, porque ese no debe ser motivo de preocupación en la organización y montaje de las próximas elecciones.

