Semana

La otra costilla

La otra costilla

En su cuento, Miguel Solano refiere que cuando Dios hizo a los humanos los creó juntos y en el mismo instante para que ninguno se sintiera superior al otro

Por:Miguel Solano

Dios pensó que no debía haber discriminación de género y, en aras, en honor, en favor de la paz, cuando creó a los humanos, los creó juntos, en el mismo instante, para que ninguno se sintiese superior al otro. El primer varón fue bautizado como Adán y la primera dama fue bautizada como Lilit. En el Génesis ese acto de creación quedó claramente narrado.

Justo es hacerte saber que de acuerdo con David García,  “la historia de Dios creando a Eva de la costilla de Adán puede tener su origen en una antigua leyenda de Mesopotamia, una región localizada en el suroeste de Asia entre los ríos Tigris y Éufrates, en el Iraq actual.

“La leyenda en cuestión menciona que después de que el dios sumerio Enki comiera ocho plantas que pertenecían a su esposa, la diosa Ninhursag, ella lo maldijo de modo que ocho partes de su cuerpo se enfermaron.

“Cuando Enki estaba casi muerto, los dioses persuadieron a Ninhursag para que le ayudara, y ella creó ocho diosas sanadoras. La diosa que curó la costilla de Enki era Ninti, cuyo nombre significa “dama de la costilla” y “dama de la vida”. En la mitología hebrea, Adán nombra a la mujer creada de su costilla Hawwah, que significa “vida”.

Esa historia que corría de boca en boca, probablemente, fue usada por los poetas hebreos para crear la versión bíblica que en Génesis 1-27, quedó narrada así:

—Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creo; varón y hembra los creó.

Dios, entonces, los bendijo a ambos y les dijo: “Fructificad y multiplicaos”, gocen de todo cuanto existe. Pero Adán no entendió el plural y sentado en la mecedora que le había construido Lilit empezó a mandar a trocha y mocha:

— Lilit, hágase un jugo para mí. Lilit, dame un masaje en los pies. Lilit, píquese un poco de fruta y tráigamela. Lilit, échale comida y dales agua a las vacas. Tú sabes que me gusta la buena leche. Lilit, ve a ver por qué gritan los cerdos…

Lilit se hartó, se cansó, se fastidió y reaccionó contra la burundanga de Adán:

— Oye, buen pendejo, párate de esa judía mecedora y consigue lo que tú quieres. Se acabó. Lo tienes claro: Lilit no es tu esclava, tengo el mismo espíritu libre que a ti te fue dado.

Adán trató, por muchos medios, de conseguir que Lilit aceptara ser sojuzgada, pero todo le fracaso. Le envió un mensaje al padre creador diciéndole lo que  ocurría y pidiéndole que hiciese de Lilit una sometida, Dios atendió su llamado y mandó por Lilit. Cuando Lilit llega al Cielo y ve toda aquella belleza y abundancia, y ve toda aquella paz y ve toda aquella  armonía, se enamoró frenéticamente. Lilit fue llevada ante Dios y el Supremo trató de hacerla comprender:

— Hija, yo planté un huerto y cree el Edén, al oriente, y mude allí a Adán. Hice nacer de la Tierra todo árbol delicioso a tu vista, y bueno para comer. Y hice que salga del Edén un rio para regar el huerto y de allí se reparte en cuatro brazos. Así a cualquier punto cardinal que tú andes encontrarás buena agua. Ya ustedes no tendrán problemas. Regresa y vivan en paz.

Según David García la creación de Eva de la costilla de Adán es una leyenda de Mesopotamia

— Padre, pero a ti se te olvidó lo esencial. El dilema no son las cosas, el problema es el monstruo que Tú has creado. Ese tipo no quiere hacer nada, día y noche pidiendo. Lo último que me dijo fue que iba a crear un gobierno para que le dé una botella: Quiere que tengamos hijos para  que creen reinos y le den una botella. Eso quiere ese monigote. Yo me cansé.

— Pero hija, regresa y ayúdalo a cambiar.

— No, yo no. Eta que Tú ves aquí, no. Ese es tu problema. Tú lo creaste para que ni siquiera pariera, para que no sepa lo que es crear vida… A tu imagen y semejanza creaste a ese monstruo. Yo no voy a vivir con ese monstruo.

— Hija, y entonces, ¿Qué voy a hacer?

— Hale otra. Y sácale una costilla para hacerla, para que sea carne de su carne y sangre de su sangre y sienta todo lo que ella sienta y huela todo lo que ella huele. Así cuando tu tipo de ordenes se las estará dando, asimismo, cuando le haga daño se lo estará haciendo asimismo y cuando coja gusto se lo estará cogiendo consigo mismo…

“La idea no es mala”, reflexionó Dios. El Divino mando a buscar a Enki y le ordenó que fuera a la Tierra, le sacara una costilla a Adán, del costado izquierdo, y le creara una compañera. Enki cumplió la orden y Eva fue creada. Adán se la disfrutó. Eva no sabía de reclamos, vivía para complacer a Adán y a Dios le daba las gracias. Y lo hizo con tanta dulzura que Adán se entusiasmó, raramente, y fue donde Enki y le hizo un pedido.

En la mitología hebrea, Adán nombra a la mujer creada de su costilla como Hawwah

La luna estaba nueva, de los cuatro brazos del río saltaban peces cantando alegría. Eva fue al huerto y cortó hojas con las que hizo un té para Adán. Y sobre Adán cayó un sueño profundo. Y mientras este dormía tomó uno de sus cuchillos, abrió los costados de Adán y contó las costillas, descubriendo que del costado derecho faltaba una. Adán despertó en un sangrero:

— Pero Eva, ¿qué has hecho?

— Échate ese ungüento y la carne cerrara.

Eva salió al bosque y tal como lo sospechaba, allá estaba una sombra que se movía. Corrió tras ella. La sombra aceleró el paso como alguien que había sido advertida. Eva comprendió que no la alcanzaría. Vio una alta piedra en una colina y se montó en ella y le voceo:

— Mira, buena perra: Vete de aquí que tú eres de derecha.

El Nacional

La Voz de Todos