Por desconfianza en la Cámara de Cuentas, el Gobierno ha preferido que sea la Contraloría General de la República la que se ocupe de las auditorías a todas las entidades públicas durante la última gestión del expresidente Danilo Medina.

Desde ya se han originado discusiones mediáticas sobre las irregularidades que dicen haber encontrado en sus dependencias funcionarios entrantes.

El director de Promese/Cal, Adolfo Pérez de León, ratificó que en la entidad bloquearon el sistema informático, razón por la cual se desconoce el inventario con que se cuenta y se ha tenido que trabajar en forma manual.

Sin embargo, el exdirector Enriquillo Matos no solo negó la denuncia, de la que se hizo eco el presidente Luis Abinader, sino que se mostró dispuesto a probar que el sistema estaba en orden.

En el Plan Social de la Presidencia, que dirigía la polémica diseñadora Iris Guaba, el presidente Abinader declaró que se habían llevado los discos duros con las informaciones sobre las operaciones. Guaba aclaró que los programas no fueron desaparecidos, sino que están resguardados en un centro de servidores y colocados “en archivos en la nube”.

Los responsables de la desaparición de los programas informáticos habrían sido las salientes consultora jurídica y la directora administrativa.

Los actuales funcionarios deben tener paciencia hasta que concluyan las auditorías que se ordenaron para hablar con más propiedad. Por ahora no se sabe a ciencia cierta quién tiene la razón en torno a las irregularidades que se han denunciado.