LOS ÁNGELES. Ramón Laureano sentía que el reloj empezaba a reducirse en la temporada de los Atléticos a medida que el banco del club se volvía más sin vida con cada entrada que pasaba después de arruinar su segunda ventaja del juego. En un año en el que los Atléticos superaron tanto, salir barridos por sus acalorados rivales no era la forma en que se suponía que terminaría esta historia.

Así que el jardinero central de los Atléticos hizo algo al respecto.
Buscando proporcionar una chispa a un equipo con dos juegos contra ninguno en la Serie Divisional de la Liga Americana y tres carreras detrás en el Juego 3, Laureano reunió a todo el equipo después de regresar la cueva al final de la sexta entrada y pronunció un discurso ardiente.

El mensaje claramente iluminó algo dentro de los jugadores, ya que los Atléticos comenzaron la séptima con hits consecutivos antes de que Chad Pinder insuflara nueva vida al equipo con un jonrón de tres carreras que empató el juego, que resultó ser el primer hit de Oakland en la serie con corredores en posición de anotar.

A su vez, la explosión de Pinder impulsó a Liam Hendriks, quien ingresó al juego en el séptimo, obtuvo una ventaja de dos carreras en un par de tiros de sacrificio en el octavo y cerró la puerta con tres entradas en blanco en la victoria del miércoles 9-7 sobre los Astros en el Juego 3 de la ALDS en el Dodger Stadium.

“Podías sentir que cuando entramos a la cueva [después del sexto] la energía se redujo nuevamente. Teníamos la misma sensación plana”, dijo Pinder. “Ramón no tenía nada que ver con eso. No tenía absolutamente nada que ver con eso. No voy a profundizar demasiado en lo que dijo, pero fue en la línea de “Esto no es así”.