En la entrega del domingo pasado (23-2-25) hemos tratado acerca de los vocablos defectivos. Y citamos a Lázaro Carreter: “Se da este nombre a la palabra cuya conjugación o declinación no tiene todas las formas que aparecen ordinariamente en el paradigma morfológico a que se ajustan las formas que poseen”. En esa ocasión nos limitamos a los verbos defectivos, pero hemos de recordar que también hay sustantivos con esa condición.
Tenemos sustantivos que solo se emplean en plural. Ejemplos: víveres, enseres, fauces, honorarios, nupcias, escombros, alrededores, hemorroides, arras, entrañas, afueras. Ocurre con nombres propios: los Haitises, los Andes, los Pirineos, los Alpes. De igual modo, hay sustantivos que solo se emplean en singular: sur, norte, ética, monseñor, don, salud.
Los lingüistas académicos han empleado expresiones latinas para denominar estos fenómenos: pluralia tántum (solo plural) y singularia tántum (solo singular). A continuación, transcribo lo que sobre esto expresa la Nueva Gramática de la lengua española:
“Como se señaló en el 12.1b., algunas clases morfológicas de nombres presentan particularidades sintácticas. Así, los llamados PLURALIA TANTUM (lit. solo plurales) son sustantivos que se construyen únicamente en plural (almenos en alguna de sus acepciones): agujetas, celos, comestibles, exequias, represalias etc. Esta propiedad morfológica, analizada en los números 3.8f y ss., tiene un correlato sintáctico. Como se verá en los números 12.2d y ss., estos nombres comparten varias características semánticas con los sustantivos no contables, por lo que se asimilan en buena medida a ellos. La clase gramatical de los llamados SINGULARIA TANTUM (lit.solo singulares) se forma con sustantivos que solo se suelen construir en singular (3.8 y ss).las razones pueden ser fonológicas (cenit, fénix, tez), pero también sintácticas, así los sustantivos caos, salud y sed son nombres no contables lo que ayuda a explicar que pertenezcan también a la clase de los singularia tántum. Otros singularia tántum (cenit o cénit, nadir, norte, sur) parecen rechazar el plural porque se asimilan, en cambio, a los nombres propios, en el sentido de que también designan entidades únicas. Se analizan otros aspectos de esta cuestión en los números 3.8, 12.2 y 12.3” (Página 797, NGLE).
Hay palabras que por decirlas en plural, no se le agrega valor a su significado en singular: cariño, libertad, independencia, soledad.
En otro apartado, la Gramática académica precisa lo siguiente:
“Los conceptos de SUSTANTIVO CONTABLE Y SUSTANTIVO PLURALIZABLE no son equivalentes. En efecto, como se recordó en el 12.1l los llamados Pluralia tántum son sustantivos que se utilizan casi siempre en plural (en alguna de sus acepciones): agujetas, albricias, apuros, celos, cimientos, comestibles, fauces, preces, represalias. Estos sustantivos tienen en común una propiedad importante con los llamados PLURALES ESTILÍSTICOS, como aguas, babas, ganas, murallas, ropas, tiempos (3.8my ss.): el plural no aporta propiamente información semántica en ninguno de los dos casos”.
Sustantivos como hez, gafa, pantalón, boda, funeral, tijera son empleados mayormente en plural (heces, gafas, pantalones, bodas, funerales, tijeras…), pero no entran en el grupo de los pluralia tántum, pues se denomina pluralia tántum a los sustantivos que solo se emplean en plural.
A pesar de ser plurales, paradójicamente, estos sustantivos se comportan como no contables. Se ha dicho que los pluralia tántum son portadores de una idea de pluralidad que no se apoya en la realidad extralingüística, sino que es interna al sistema de la lengua.
Otras voces defectivas: féferes, tereques, bártulos, andurriales, anales, amígdalas (solo empleadas en plural). Igual, zodiaco, oeste, pobreza, indigencia, pulcritud, entereza y otros sustantivos abstractos.