MILWAUKEE – Luis Castillo había dejado arriba sus dos salidas anteriores, pero eso no compensó las luchas que experimentó al comenzar la temporada.

Al llegar el martes, Castillo tenía la peor efectividad en las Grandes Ligas (6.74) entre los abridores calificados y estaba en peligro de convertirse en el primer lanzador en alcanzar 10 derrotas en el año. Todavía tenía que recuperar la forma que lo convirtió en un All-Star en 2019, pero Castillo difícilmente podría haber lanzado mejor en la victoria sobre los Cerveceros.

A lo largo de siete entradas de trabajo, Castillo permitió solo tres hits y tres bases por bolas cada uno, mientras ponchó a siete bateadores de Milwaukee. También registró 18 abanicadas en 44 cambios, y registró una tasa de abanicadas del 56,3 por ciento solo con su herramienta de cuatro costuras.

Enfrentando a un equipo de Cerveceros que solo tenía dos bateadores con un promedio de bateo superior a .250 contra Castillo entrando al juego, uno de ellos, Kolten Wong, está en la lista de lesionados, el derecho de los Rojos fue tan dominante como lo ha sido toda la temporada.

«Había una sensación diferente para él antes de que comenzara el juego, solo un nivel diferente de concentración», dijo el mánager de los Rojos, David Bell. “No hubo ningún tipo de búsqueda o pregunta por su parte. Estuvo muy concentrado y confiado».