No hay sensación más hermosa para una mujer que tener a ese diminuto ser humano en sus brazos; de quien al transcurrir el tiempo escuchará la palabra más bella que jamás le hallan dicho: ¡Mamá!
Los primeros meses estas disfrutan de cuidarlos, y de sus gorgojeos, pero cuando termina la licencia de maternidad y se encuentran con la realidad de que dejarán a su bebé en casa, tienden a sentirse culpables.
Según Ana Cordero de Nadal, psicóloga clínica, terapeuta familiar y de pareja, especialista en adicciones, del Centro Vida y Familia Las madres que trabajan tienden a sentirse culpables de no pasar el tiempo suficiente con sus hijos o de tener que dejarlos al cuidado de otras personas.
Esta culpa la experimentan principalmente aquellas quienes sí tuvieron a sus madres a su lado mientras fueron pequeñas, pero, irónicamente, también se sienten culpables aquellas que fueron dejadas por sus propias madres al cuidado de otras personas.
Resaltó que esto se debe a que ellas sienten que vivieron en carne propia esa falta, por lo que en su fantasía inconsciente se prometieron a sí mismas no repetir la experiencia con sus hijos (as), sin embargo las exigencias del mundo real les obligan a tener que salir a trabajar.
Los sentimientos de culpa tienden a desaparecer cuando la persona se valora y se quiere, y cuando la necesidad de aprobación de los hijos y de la sociedad desaparece.
Las madres que trabajan deben planificar su tiempo de manera equilibrada dejando espacio también para dedicárselo a si mismas, explicó Cordero de Nadal.