El Senado aprobó el sábado en dos lecturas consecutivas el presupuesto complementario por un monto de 150 mil 908 millones de pesos, equivalentes a más de 2,500 millones de dólares, pendiente aún de ser sancionado en la Cámara de Diputados.
Ese proyecto, que modifica la ley que rige la ejecución del Presupuesto General del Estado para este año refleja por un lado la reducción de los ingresos fiscales, estimada por el Ministerio de Hacienda en más de 106 mil millones de pesos, y el incremento del gasto público en más de 57 mil millones a causa de la covid-19.
El ministro de Hacienda, Donald Guerrero, ha dicho que el déficit del presupuesto de este año se duplicará de un 2.5% a un 5% en proporción al Producto Interno Bruto, lo que se explica porque los gastos aumentan y los ingresos se reducen.
En la pieza aprobada de urgencia en el Senado se incluye la entrega de una partida adicional de mil 558 millones de pesos a la Junta Central Electoral (JCE) y de otros mil millones a los partidos políticos para saldar compromisos contraídos durante las suspendidas elecciones del 16 de febrero.
En tiempos normales, la discusión del presupuesto complementario se centra en las quejas de dependencias oficiales e instituciones de la sociedad civil porque les despojan de partidas asignadas o no les confieren recursos adicionales solicitados.
Esta vez, lo que se debate es el monto del déficit en las recaudaciones, de 106 mil millones, y el incremento del gasto por más de 57 mil millones de pesos, algo así como entre lo malo y lo peor.
El ministro Guerrero explicó que ese presupuesto complementario, que supera 150 mil millones, sería completado, en parte, por fuentes adicionales como el Instituto Dominicano de Prevención y Protección de Riesgos Laborales, la Superintendencia de Bancos, entre otras fuentes, sin especificar el impacto que tendría sobre el endeudamiento público.
Aunque el Senado lo aprobó en un santiamén, la discusión en torno a esa modificación presupuestal podría tomar cuerpo en la Cámara de Diputados, pero en todos los escenarios, las cuentas quedarían en rojo, porque bajaron las recaudaciones y subió el gasto. Una mezcla de lo malo y lo peor.

