El impacto que ha tenido la covid-19 en las cárceles demandaba un protocolo para regular las visitas y administrar los centros. Pero la detención del encargado de la cárcel de San Pedro de Macorís cuando supuestamente trataba de introducir marihuana señala que también se requiere más fiscalización en los recintos.
En La Victoria, que hace unos días fue intervenida por las autoridades, se detectó marihuana y cocaína que serían introducidas en latas que simulaban contener sardinas.
En casi todas las penitenciarías se ha dado cuenta de decenas de reclusos infectados por la pandemia por medio de contactos con el personal de los recintos o de visitantes.
Esa realidad ha determinado que el Ministerio de Salud Pública y la Dirección de Prisiones optaran por un protocolo con la finalidad de reiniciar las visitas a los reclusos de amigos y relacionados y el contacto con las autoridades.
Pero los casos de drogas suenan más la alerta en torno a una vigilancia más rigurosa en los recintos penitenciarios. Hay que prevenir la propagación del coronavirus, pero está visto que los recintos carcelarios demandan más atenciones de las autoridades.