Una patria agradecida y orgullosa entrega hoy a la madre Tierra los restos de su amado hijo Mayobanex Vargas, el último de los dominicanos sobrevivientes de la expedición en 1959 de Constanza, Maimón y Estero Hondo, que marcó con su sangre y sacrificio el comienzo del fin de una tiranía sin ejemplo.
Mayobanex nació y creció entre las escarpadas montañas del Cibao Central, bajo un régimen opresor que controlaba hasta la respiración de todos los habitantes de la zona rural, pero su espíritu indómito lo condujo por los difíciles caminos de la resistencia contra la satrapía.
Ese joven campesino dijo adiós a la parcela cafetalera para retornar fusil en manos por Constanza junto a sus compañeros de la Raza Inmortal, con el propósito de derrocar a la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo, un propósito que no se alcanzó en lo inmediato, pero el pebetero con la antorcha de la libertad quedó encendido en la Cordillera Central.
Al participar de la congoja por la muerte del héroe nacional Mayobanex Vargas, El Nacional dispensa hoy una sentida despedida a un patriota ejemplar, buen hijo, buen padre, buen hermano, buen amigo, cuyo nombre se escribe con tinta imborrable en la memoria histórica de la nación.
Descuido
Son numerosos los hospitales que llevan años cerrados o desarticulados con el propósito de remodelación, equipamiento o reconstrucción, sin que se sepa de ningún plan en marcha para reabrirlos en lo inmediato, lo que causa serios trastornos en el sistema nacional de salud.
Entre esos centros se mencionan el Luis Eduardo Aybar, maternidad La Altagracia, hospital de Haina y el infantil Arturo Grullón, de Santiago, entre otros clausuradas o que ofrecen servicios limitados.
Se requiere que el Gobierno provea los fondos necesarios para concluir con esas obras a los fines de que sean retornadas al catálogo de hospitales disponibles para una población que reclama mayores y mejores servicios de salud.
Las autoridades deberían entender que la salud constituye un servicio esencial para el cual no debe escatimarse ningún esfuerzo ni recursos, por lo que esos hospitales deben ser concluidos, equipados y puestos al servicio de las comunidades.