¡Mentira!

Tuve la oportunidad de ver la rueda de Miguel Vargas, en la que respondía a la imputación de recibir un préstamo en tiempo récord de 15 millones de dólares (585 millones de pesos) del Banco de Reservas, en la campaña electoral del 2012, pese a la advertencia y desaprobación de los técnicos de la institución financiera estatal.
Vargas Maldonado presentó muchos papeles (“papeles, tan sólo papeles…”, decía el cantante y compositor Palito Ortega), pero ¿quiénes vieron el contenido de esos papeles para determinar su autenticidad? Y de ser reales ¿qué documentación oficial, proveniente de instituciones del Estado, no obtiene ese político e ingeniero constructor?
En varias ocasiones emitió la expresión ¡mentira!, pero no pude establecer si se refería a sus palabras o a la grave acusación que pesa en su contra. Empero, conociendo el perfil de Miguel Vargas y la conducta política exhibida antes, durante y después de las elecciones de 2012, es fácil arribar a una conclusión aproximada a la verdad.
¿Cómo se explica que siendo un empresario tan exitoso su compañía, General de Galerías, tenía más de dos años sin hacer operaciones de ningún tipo? ¿Por qué siendo el presidente del partido opositor opta por un préstamo con el banco del Estado, cuando se supone que por su “solvencia y prestigio” con la banca privada resultaba mejor?
Pero algo más todavía: ¿Por qué el Banreservas hizo el desembolso violentando las evaluaciones negativas de la Gerencia de Análisis de Crédito y el Comité de Evaluación? ¿Por qué Vargas Maldonado no se refirió a esos técnicos que lo descalificaron y tildaron de cliente de alto peligro?
¡Mentira! ¿Mentira de quién? Las palabras de Vargas Maldonado no convencen. Y quienes han salido en su defensa, Félix Bautista, Vincho Castillo y otros personajes vinculados al PLD, no ameritaban motivación, porque lo perciben como aliado político víctima de la infamia del PPH.

Danilo Cruz Pichardo
d_cruzpi@hotmail.com