El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, ha matizado la versión inicial sobre la muerte en su celda de la cárcel modelo de Monte Plata del narcosicario José Manuel Rodríguez Almonte. Al rechazar la denuncia del padre de la víctima, en el sentido de que el arma que se le atribuye fue colocada por los agentes, Domínguez Brito precisó que el recluso no llegó a utilizarla.
En principio se había dicho que Rodríguez Almonte había recibido a tiros, como si los esperara, a los agentes que se proponían requisar la celda para establecer si en verdad poseía el arma.
En las condiciones en que guardaba prisión por tratarse de un recluso calificado de peligrosísimo por la propia Policía la posesión del arma genera muchas conjeturas. ¿Cómo la consiguió? Domínguez Brito, quien explicó que el recluso fue impactado de cuatro disparos, sabe que en la calle se piensa que al recluso lo liquidaron para que no hablara. En la investigación no puede quedar un cabo suelto.