Tras el anuncio temprano -muy temprano para algunos- del presidente Luis Abinader de que no buscará un tercer mandato, que en el 2028 se irá para su casa como un simple ciudadano, en el Partido Revolucionario Moderno se ha desatado una lucha entre compañeros por alcanzar la nominación presidencial.
Más de una docena de dirigentes del PRM, fundamentalmente funcionarios, han anunciado que buscarán la candidatura, iniciando una campaña interna que va tomando ribetes cada vez más peligrosos, atentando contra la estabilidad política del gobierno y la unidad del partido.
Tanto la dirección del partido, como el gobierno mismo, están divididos por los dirigentes-funcionarios, que encabezan las tendencias, en la búsqueda del control de los organismos de dirección del partido de todas las provincias, con sus municipios y sus distritos.
Dirigentes, militantes y simpatizantes, están divididos. Unos trabajan para el ministro de Turismo, David Collado, otros para la alcaldesa de Santo Domingo, Carolina Mejía, actual secretaria general del PRM, otros lo hacen para Guido Gómez Mazara, actual presidente del Instituto Nacional de las Telecomunicaciones, no pocos lo hacen por Yayo Sanz Lovatón, Wellington Arnaud, entre otros.
Todo el que me conoce sabe de mi relación, casi familiar, con uno de los aspirantes a la nominación presidencial.
Sin embargo, como ya he dicho, en estos momentos no tengo candidato. Mi candidato sigue siendo Luis Abinader.
Por lo menos durante los próximos dos años. No estoy en campaña electoral. Aún no. Todavía no ha llegado el tiempo para salir a la calle promoviendo un candidato o candidata.
Mi candidato o candidata será quien escoja el PRM tras una consulta electoral plural y democrática de las bases.
Mientras llegue ese día, en dos años por lo menos, seguiré trabajando por la unidad del partido y por el éxito del gobierno que encabeza Luis Abinader.
Escuché a Gómez Mazara decir que el día que decida iniciar una carrera por la presidencia de la República, abandonará el gobierno, que renunciará del cargo que ocupa como presidente del Indotel. Esa posición no solo me parece sensata, sino ética.
Sin embargo, esa postura no debe ser individual, tiene que ser parte de una línea política trazada por la dirección del partido.
Me consta que José Ignacio Paliza, actual presidente del PRM, no está “grupeando”, que abandonó sus aspiraciones, lo cual es saludable, tanto para la organización como para el gobierno.
Pienso que, a partir de enero, el gobierno tiene que ser otro. Ha llegado el momento de relanzar el gobierno, con caras nuevas, frescas, con vocación de servicio y espíritu de cuerpo; gente que vaya al Estado a servir, no a servirse.