¿Olvidamos el tango?
Si los encargados de la estrategia electoral del Partido Revolucionario Moderno (PRM), vale decir Luis Abinader, en tanto es el candidato; y además líder del proyecto opositor Convergencia por un mejor país, no se concentran en los dos temas neurálgicos que desnudan la engañifa continuista de Danilo Medina, lo más aconsejable es olvidar el tango…
El primero, son las sutiles mentiras descubiertas en las disque “visitas sorpresa”; una forma de engatusar a la gente ordinaria que ha puesto en práctica la claque danilista con la intención de crear percepción de acercamiento con los diversos sectores productivos del país que aún está por verse.
En la mayoría de los casos, se ha evidenciado la triste y lamentable realidad: Las “dichosas” visitas sorpresa no son tales, sino la forma de tomar de instrumento a los honrados trabajadores del campo para encubrir el asalto perpetrado al presupuesto del ministerio de Agricultura con intención reeleccionista.
No obstante, el Presidente se apresta a exponer en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre unos supuestos logros en el combate a la pobreza. En ese escenario, ante lo más granado de la farsa política universal, Danilo se dará gusto regurgitando las mismas mentiras.
Pero bien, al asunto no hay por qué darle muchas vueltas. Las investigaciones realizadas “in situ” por el equipo del ingeniero agrónomo Leonardo Faña, de credenciales profesionales harto conocidas e incuestionables, arrojan unos resultados que de tan patéticos provocan escalofrío.
El segundo, es el uso y abuso de los dineros del 4% para la educación. La que fue una conquista de la sociedad dominicana decidida como nunca a actuar contra el pretendido monopolio de la conceptuación, se tomó para engordar la alcancía reeleccionista.