Opinión

Misterio con Quirino

Misterio con Quirino

Al convicto por narcotráfico Quirino Ernesto Paulino Castillo se le podía esperar en algún momento en el país, pero no tan pronto ni de una manera tan sorpresiva. Es cierto que se había anunciado que llegaría en este mes de marzo. Sin embargo, por el denso velo de misterio que ha rodeado su vida, sobre todo desde el momento en que fue capturado y extraditado a Estados Unidos por su vinculación con el cargamento de 1,387 kilos de cocaína incautado cuando era transportado a Santiago, que haya llegado tan tranquilamente al país procedente de Nueva York en un vuelo de la línea Jet Blue, ha propiciado las más variadas especulaciones.

Al margen de las acusaciones contra el expresidente Leonel Fernández, a quien dice haber entregado 200 millones de pesos para la campaña electoral de 2004, así como una planta eléctrica de siete millones de pesos para la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode), la presencia de Paulino Castillo no se puede ignorar. Se trata de un hombre a quien se atribuía mucha influencia, incluso en los círculos militares, derivada de su gran poderío económico. Aunque fuera juzgado y condenado por narcotráfico en Estados Unidos, es obvio que el comerciante y antiguo capitán del Ejército tiene todavía mucho que contar. No deja de llamar la atención que a pesar de la magnitud de sus operaciones con él no cayera ningún peje gordo.

Desde que trascendió una carta suya al comentarista Salvador Holguín, en la que daba cuenta de sus supuestos vínculos con el expresidente Fernández, así como sus posteriores llamadas telefónicas al Gobierno de la Mañana, de la Z-101, para reiterar el contenido de la misiva, Paulino Castillo se convirtió en la comidilla del momento. Tanta dimensión alcanzó el revuelo que provocó que el titular de Interior y Policía anunció que realizaría una investigación, aunque no dijo con cuáles propósitos, para determinar si en realidad se trataba del convicto por narcotráfico o de un impostor quien formulaba los cargos contra el exgobernante y presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Como para despejar dudas después se mostró en una entrevista por televisión reiterando los mismos argumentos.

El papelón de las autoridades sobre la llegada de Paulino Castillo, quien solo portaba un bulto de mano y vestía de calle, incluso con una cachucha, no puede ser más desconcertante. Han apelado a pretextos para justificar su paseo por las nubes. La Procuraduría General de la República se sorprendió que las autoridades norteamericanas no le notificaran el viaje al país del convicto. Sin embargo, se presta a conjeturas que un militar del Cesac que le habría servido de escolta fuera despojado de su carné de identidad y sometido a intensos interrogatorios por oficiales superiores del organismo. Es posible que en las próximas horas comiencen a despejarse las interrogantes e incluso a desvelarse todo el misterio con que las autoridades han cubierto el retorno del convicto.

El Nacional

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