El ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, en su condición de presidente de la Comisión para el Reordenamiento y Manejo de la cuenca del Río Yaque del Norte (CRYN), presentó un plan de acción para combatir las consecuencias de la sequía, que afecta a San José de la Mata y la Línea Noroeste.
Así como para hacer frente al agresivo ataque de la plaga del Escarabajo del Pino, en los bosques coníferos de la zona.
El ministro explicó los detalles del Plan de Acción de Emergencia, que contiene las medidas adoptadas por el Gobierno, para acompañar a los afectados.
«En el gobierno estamos conscientes que la sequía que se vive en esta zona de La Sierra y La Línea Noroeste ha traído serias consecuencias para sus pobladores», dijo.
Para garantizar agua para el consumo humano se han asignado 10 camiones cisternas que permanecerán en los territorios afectados.
Se distribuirán 300 tanques de 55 galones para familias que nos dispongan de estos envases y la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN) junto con el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado (INAPA) proporcionarán, a la semana, seis camiones de agua para consumo humano, los cuales permanecerán en los territorios afectados.
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDHRI) aportará doce camiones de 2,500 galones de agua para riego, durante un mes, para ser distribuidos entre las cuatro provincias.
Dijo que la sequía es la más intensa desde que el país mantiene registro de su pluviometría.
Puso como ejemplo que en La Sierra, en los años de 1944 a 1946, durante la sequía del Centenario, la lluvia promedio fue de 796 milímetros, y en la sequía del año 1975 cayeron 717.7 milímetros de agua.
Durante el pasado año 2018, las lluvias alcanzaron solamente 489 milímetros.
Además, la Oficina Nacional de Meteorología no prevé lluvias en los próximos meses en la vertiente Norte de la Cordillera Central, por lo que estamos ante una emergencia regional.
La sequía está afectando la sobrevivencia de las familias que dependen de la producción agrícola y pecuaria; está limitando el acceso al agua potable, para el riego y el ganado, y ha reducido su posibilidad de generar ingresos para la adquisición de alimentos.
Por otro lado, también como consecuencia de esta gran sequía, se ha desarrollado un agresivo ataque de la plaga del escarabajo del pino (ips calligraphus) que está diezmando los bosques coníferos de la región.
Se calcula que se han afectado ya más de cuatrocientos mil árboles y se está extendiendo rápidamente, con riesgo de entrar al Parque Nacional J. Armando Bermúdez, gran reserva en la que nacen la mayoría de los ríos que son afluentes del río Yaque del Norte.

