Por: LILLIAM FONDEUR
lfondeur@gmail.com
“Cada día sabemos más y entendemos menos”
Según el Che, el conocimiento nos hace responsables. Comparto con ustedes algunas reflexiones basadas en “El Concordato versión popular”
El Concordato es un acuerdo firmado entre el dictador Rafael Leónidas Trujillo y la Santa Sede en el 16 de junio del año 1954. El mismo establece cómo van a ser las relaciones entre la Iglesia Católica y la República Dominicana.
Trujillo firma el Concordato porque estaba muy desacreditado tanto dentro como fuera del país por sus atrocidades, especialmente por la matanza de haitianos en el año 1933. Así como quería que se le reconociera como el Benefactor de la Iglesia Católica y líder del anticomunismo.
A la Iglesia Católica no le importaba que Trujillo fuese un dictador, lo quería imponer su doctrina, y luchar contra el comunismo. Firmó Concordatos con otros dictadores: Mussolini en 1929 y Franco en 1953.
Consecuencias del Concordato (1954-2014):
El Concordato plantea que la enseñanza dada por el Estado en las escuelas públicas debe estar orientada por los principios de la doctrina y la moral católica, por eso limita algunas políticas públicas, como la educación sexual, el desarrollo de campañas para la prevención del VIH y SIDA y para la prevención del embarazo en niñas y adolescentes en las escuelas.
Afecta el acceso a la justicia, por ejemplo en los casos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes víctimas de abuso sexual por parte de religiosos.
Afecta la economía del país debido a la gran cantidad de recursos que el Estado tiene que invertir para mantener la Iglesia Católica: construir catedrales, iglesias, casas de obispos y oficinas. Darles dinero mensualmente a las arquidiócesis y diócesis para sus gastos, gastos cubiertos con los impuestos que pagamos los dominicanos, estemos de acuerdo o no.
El Estado deja de recabar una gran cantidad de dinero por exoneraciones de impuestos a las actividades, propiedades, muebles, y riqueza de la Iglesia Católica.
En un Estado laico, las iglesias y religiosos que se dedican a cuidar las almas de sus feligreses, tendrían que sostenerse por sí mismas, sin intervención del Estado. La Constitución del 2010 declara el Estado dominicano laico. Un Estado laico es neutral en cuanto a la religión, en el mismo no hay ni apoyo ni oposición explícita o implícita a ningún grupo religioso. Es independiente de toda religión y sus autoridades no abrazan públicamente ninguna religión y sobre todo, las creencias religiosas no influyen en la política nacional.
Un acuerdo firmado hace sesenta años con el objetivo de lavarle la cara a Trujillo debe ser revisado.
“Cada día sabemos más y entendemos menos” Einstein.

