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Murallas y fuertes abandonados de la Ciudad Colonial

Murallas y fuertes abandonados de la Ciudad Colonial

Las murallas y fuertes que en el pasado sirvieron de protección a los habitantes de Santo Domingo Colonial, ahora comienzan a ceder ante la inclemencia del tiempo y descuido de las autoridades.

A cinco años de iniciados los trabajos de remozamiento y rescate de la Ciudad Colonial aún no empieza a observarse la belleza y el esplendor que se prometió devolverle a la zona.

Si bien es cierto que muchas vías han sido adoquinadas, edificaciones remozadas y cables eléctricos y de teléfonos empiezan a ser soterrados; no menos cierto es que todo está muy lejos de la majestuosidad que mucho esperan se le devuelva a la zona, convirtiéndola en un área de observación cultural, esparcimiento y diversión en sentido general, para nativos y extranjeros.

Aún se observan calles y aceras en muy mal estado, también muchas edificaciones coloniales y otras no tan viejas que no han recibido ningún tipo remozamiento, que siguen sumida en el abandono y el olvido.

Un tramo de la calle Arzobispo Meriño (desde la avenida Mella hasta la calle Restauración) está en mal estado, acera y calzada, ya que no se adecuó como el resto de la vía. Los alrededores de las Ruinas de San Francisco están intransitables ya que sus caminos de piedras están semi destruidos.

 

Las murallas
Los fuertes y las murallas (puede ser una que rodea toda la zona o pueden ser cuatro muros unidos en forma de cuadrado irregular, y en su centro se construyó la ciudad) de Santo Domingo, parecen no haber sido tomados en cuenta en los trabajos de readecuación de toda la zona vieja de la capital, lo cual podría originar que estas ruinas queden totalmente abandonadas.

La muralla de Santo Domingo (icono de la época de la colonia) que de seguro como en otros países del mundo se construyó con dos propósitos básicos: primero, mantener el control de entrada y salida de la ciudad y segundo, y más importante, con la intención de proteger la ciudad colonial de los ataques de los piratas que durante los siglos XV y XVI eran muy constantes en toda el área del Nuevo Mundo.

Esta muralla en su época de esplendor tenía una serie de diferentes torres de vigilancias para poder visualizar cualquier navío o embarcación lo más lejos posible mar adentro. Tenían además baluartes equipados con numerosos cañones, y hasta seis puertas para entrar y salir de la ciudad.

La construcción de esta muralla, como casi toda la ciudad, fue iniciada por el Gobernador Nicolás Ovando en el siglo XVI, y tardarían en su construcción casi dos siglos con interrupciones de años.

Todavía en la actualidad la muralla se mantiene en buen estado en algunos puntos. En otros sin embargo se encuentra abandonada y con hierbas y matas creciendo desde su interior, que es una clara señal de deterioro.

En un recorrido de un equipo de este diario se pudo observar que casi todo lo que queda de esta muralla está en un descuido casi total. La parte del muro norte en el sector de San Antón está abandona o es usada para tener equipo viejos y en parte llena de basura y hierbas.

El fuerte San Antón, situado en la esquina de las calles General Cabral y la prolongación de la calle Hostos, ha corrido la misma suerte de la muralla. Este muro llega hasta la avenida Francisco Alberto Caamaño (avenida del Puerto) pasando por Santa Bárbara y el fuerte del mismo nombre al parecer será remozado junto a la iglesia.

La otra sección de la muralla inicia donde esta termina en la calle Juan Parra Alba con avenida del Puerto, y sigue a todo lo largo de la citada vía, tomando el Malecón de Santo Domingo. Este muro tiene dos puertas de acceso a la Ciudad Colonial como lo son la Puerta de la Atarazana y la Puerta de Don Diego.

Esta muralla era la parte más vigilada de la isla ya que daba acceso directo a toda la ciudad por el mar Caribe y el río Ozama.

Inicia con el Fuerte del Ángulo y luego siguen una hilera de fuertes (San Diego, El invencible, Fortaleza Ozama, San José, y el Fuerte San Gil) que se extienden a todo lo largo de la costa hasta llegar a la otra parte de la muralla.

El Fuerte San Gil es donde termina esta sección de la muralla que gira hacia la derecha y tomala calle Palo Hincado. Esta es la parte del muro de la parte oeste de la Ciudad Colonial, que tiene dos puerta de acceso: La Puerta de la Misericordia y la Puerta del Conde y termina en el Fuerte la Concepción en la avenida Mella.

Aunque algunos de estos fuertes están libres de basura, otros no. Lo que si tienen en común es que todos lucen abandonados y sin ningún tipo de identificación y sin luces.

Según datos suministrados por el departamento de inventario Patrimoniales del Ministerio de Cultura, los ingenieros y maestros constructores responsables de la construcción de la muralla de la ciudad colonial fueron Juan de Rabee, Bautista Antonelli, Rodrigo de Liendo, Juan Bautista Ruggiero.

Muchos de estos lugares hoy son refugios de malandrines y hogares de ratas y alimañas que amenazan la salud de la gente.

 

Fuerte San Antón
Erigido en el año 1678, cuando se dio inició la muralla y los baluartes del frente norte de la ciudad de Santo Domingo, siguiendo el diseño trazado por los ingenieros de la Corona. Situado en la esquina de las calles General Cabral y la prolongación de la calle Hostos. En la actualidad solo hierbas y basura hay en el lugar.

 

Fuerte del Ángulo
Es un fortín militar construido en el siglo XVIII, equipado con varios cañones. En la actualidad su interior está lleno de basura y es usado como baño público. Fue consolidado en 1991 como parte del rescate de la muralla del lado este. Ubicado en la avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó, esquina Juan Parra Alba.

 

Fuerte de San Diego
Alrededor de la Puerta de San Diego se encuentra el fuerte del mismo nombre que servía de defensa contra los ataques que se hicieran a la ciudad. Las bases de este fuerte llegaban a la orilla del río Ozama y sus altas murallas y aspilleras indican que este fue el principal punto de defensa del río. Hoy está lleno de hierbas y descuidado.

 

Fuerte el Invencible
Construido en el siglo XVII. Está ubicado en la parte posterior de la casa del Mayorazgo de los Dávila y forma parte de la defensa del río. Tiene unas doce troneras para reubicar los cañones. Desde un principio fue ubicado en la parte posterior de la casa de los Dávila, cuya familia lo construyó. En la actualidad se conserva en buen estado y tiene 4 cañones.

 

Fortaleza Ozama
Es la primera construcción militar de la ciudad, terminada en 1507 en la calle Las Damas. En el patio se encuentra el aljibe y el polvorín original. Tiene una impresionante plataforma de tiro, mirando hacia el mar y el río, la cual se encuentra abandonada, y los cañones tirados en el suelo. Está rodeada por una muralla de hormigón construida durante la dictadura de 1930 a 1961.

 

Fuerte San José
Ubicado en la calle Presidente Billini esquina 19 de Marzo, frente a Montesinos. Construido alrededor del 1505, de forma rectangular con una fachada y dos lados. Se extiende frente al mar con tres cañones, mientras a sus dos lados, sólo cuenta con dos aperturas. En ambos extremos hay dos garitas redondas con aspilleras.

 

Fuerte San Gil
Ubicado en el Malecón, donde termina la calle palo Hincado. Fue edificado como Torreón para 1568 y se desplomó el 29 de mayo de 1887 por efecto de las olas. Ha sido reconstruido nuevamente atendiendo a criterios paisajísticos más que históricos. Está formado por un polígono de tres lados y dos caras con dos cañones. En la actualidad es residencia de indigentes.

 

Fuerte de la Concepción
Debe su nombre al presidente de la Real Audiencia Don Francisco de Segura. Con este fuerte reinician en el año 1678 los trabajos de las fortificaciones de la ciudad; el diseño fue realizado en 1672 por el militar italiano del Rey de España Ing. J.B. Ruggero. Hoy está lleno de basura, grafitis y es letrina pública. Situado en la calle Palo Hincado esquina Mercedes.

 

Piedra caliza
Para la edificación de los asentamientos y de edificaciones sociales utilizaron una piedra caliza o coralina muy abundante en la zona costera del sur. También hay yacimientos de importancia en la parte norte, como en la provincia de Samaná, en Gaspar Hernández y la Cordillera Septentrional. Esta piedra se formó en los lechos marinos del período del Pleistoceno a partir de fósiles.

 

El dato

Restauración
Los monumentos coloniales han sido intervenidos por cada gobierno de turno en procura de su conservación; el último en ser restaurado y que concitó una polémica pública (ya que muchos afirman se le quitó el signo de antigüedad) fue la Puerta del Conde.

El Nacional

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