Un estudioso de la mente humana recibió un Premio Nobel por “descubrir” que la intuición no jugaba ningún papel al momento del cerebro tomar decisiones. Al transcurrir alrededor de una década, el paradigma cambió, ya que los que continuaron investigando cómo funciona el cerebro del hombre llegaron a la conclusión que era todo lo contrario, que es a través de la intuición que el ser humano toma la mayoría de sus decisiones.
Si no nos guiamos por la intuición nunca concluiríamos nuestras tareas, llegaríamos tarde a todos los lugares, permaneceríamos ahogados en el caos del tránsito y sería una tarea tediosa conquistar el amor de otra persona.
En Juan Bosch vimos ejemplos de cómo funcionaba la intuición. Una vez un periodista le hizo una pregunta de qué pensaba de unas declaraciones en su contra que había dado una de las cabezas de la izquierda dominicana, y le contestó intuitivamente: “Ese señor ha leído menos que lo que yo he escrito”, en referencia al líder izquierdista.
Cuando Norge Botello comenzó a promover la apertura en el PLD, sectores interesados trataron de enemistarlo con Juan Bosch. Una vez los periodistas interceptaron a Bosch al salir de Social Club y un miembro de la prensa le preguntó a Don Juan: “Qué usted cree de unas declaraciones que ha dado Norge Botello en el Nuevo Diario”.
La respuesta de Bosch fue: “y tú crees que todo lo que dice el Nuevo Diario es verdad”, y cuando confluyen en el seno del PLD todas esas adversidades, en el Congreso los peledeistas no votaron por Norge Botello para miembro del Comité Central.
Entonces, allí intervino Bosch en la Plenaria para decirles a los peledeistas: “Tenemos que llevar a Norge Botello al Comité Central, porque Botello ha cometido errores, pero esos errores no los ha cometido para beneficio de él”.
Ese es el mismo Bosch que cuando otro comunicador le preguntó sobre un hecho que atentaba contra la Opinión Pública, le dijo: “Ustedes los periodistas y los medios donde ustedes trabajan son los más llamados a defender las libertades públicas, porque ustedes viven de ellas”.
Esos psicoanalistas que estudian la mente humana también han llegado a la conclusión que desde niños los padres nos crean una percepción de sí mismo incorrecta, ya que para cada padre su hijo es lo más bueno, lo más inteligente, lo más superior, cosa que después no compagina cuando el individuo se enfrenta a sus iguales en la sociedad.
La autopercepción de sí mismo lleva a los que participan en contiendas electores a creerse invencibles, se sobrevaloran, lo que los inhabilita para entender la derrota.
Esto es algo que se entiende, pero que las direcciones de los partidos, en este caso de la oposición, incentiven esas mentes desordenadas contra los que han estado contando los votos, nos recuerda a Juan Bosch, quien también decía que los políticos no podían desacreditar la democracia, porque viven de ella.