Excúseme, señor Presidente Danilo Medina, pero no le creo. Hace tiempo creí en sus palabras, pero ya no.
Recuerdo perfectamente cuando juró, igual que ahora, “ante Dios y ante el pueblo, por la Patria y por mi honor, cumplir y hacer cumplir la Constitución”. Sin embargo, Presidente, ese mismo día inició usted una campaña reeleccionista que lo llevó a irrespetar la Carta Magna y corromper el Congreso para que aprobara su posible respotulación.
Fue usted, Presidente, quien dijo –enfáticamente- que no le interesaba “ser líder”, ni gobernar el país más de un periodo, que para presentarse a un segundo mandato había que “comerse un tiburón podrido y echar al zafacón los principios”. (¿?).
Usted dijo, Presidente, que no modificaría la Constitución. Y lo hizo para favorecerse, única y exclusivamente, tras el paso por el Congreso de un huracán corrupto y perverso comprando senadores y diputados, ratificándolos luego en sus curules sin importar sus inconductas.
Presidente, no olvido sus palabras sobre el daño que le hacen a los gobiernos y los presidentes los aprestos continuistas porque los “funcionarios no saben distinguir entre los recursos públicos y privados”. ¿Lo olvidó?
Ahora usted, excelencia, se juramenta como candidato, desdiciéndose, burlando sus propias palabras, echando a rodar su juramento ante la Asamblea Nacional cuando tomó posesión, cercenando las aspiraciones de miles de militantes y dirigentes de su propio partido.
¿Dígame usted, eminencia, como creerle si ayer dijo una cosa, ante “Dios y el pueblo”, y hoy dice y hace otra totalmente distinta, también ante “Dios y el pueblo”?
¿Dónde están los candados que acordó con el ex presidente Leonel Fernández, ponerle a la Constitución para evitar la reelección indefinidamente? ¿Cumplirá el pacto del blindaje a la Carta Magna? ¡Usted me perdona Presidente, pero lo dudo!
Durante su proclamación el pasado domingo usted vuelve a jurar “ante Dios y ante el pueblo”, no presentarse de nuevo en caso de ganar las elecciones.
¿Se le puede creer, Presidente? ¡No! ¡Claro que no!
¿Qué garantías tienen “Dios y el pueblo”, del cual formo parte, de que esta vez usted está diciendo la verdad, que no está mintiendo como ya lo hizo en varias oportunidades? Dígame Presidente, que garantías tienen “Dios y el pueblo” de que esta vez sí va en serio, si ni siquiera está dispuesto a blindar la Constitución como pactó con Leonel Fernández?
Excúseme de nuevo Presidente, pero el grupo que usted encabeza no es de fiar. Voy más lejos, Presidente: Creo que el país está al borde de estrenar “el Trujillo del Siglo 21” como advirtiera su ex amigo y compañero de partido Leonel Fernández.