La semana pasada, comentábamos, cómo este tiempo electoral nos pone a la ciudadanía mucho más sensible a las acciones de las personas que hacen política, viven de ella y hasta se lucran. Hablábamos del cinismo de una práctica política en la manera de gobernar y en la de pretender gobernar. Una falta de creatividad que nos mantiene en la incredulidad permanente.
Porque en los últimos casi 50 años viviendo esta realidad, las elecciones repiten un ejercicio cada vez más alejado de la ciudadanía y sus necesidades.
Nos preguntábamos, coincidiendo con otros comentarios de opinión, por cierto, acerca del cinismo en la manera de gobernar y de proponer gobernar. Eso fue la semana antes de la pasada, pero en esta que acaba de pasar, son tantas las demostraciones de cinismo en ese sentido, que deseamos seguir las preguntas.
¿Acaso no es cinismo decir que las acciones delincuenciales han bajado un 50% y que es un error de percepción de la ciudadanía, mientras hay víctimas de atracos en nuestro entorno cada vez más cercano? No parece suficiente que estos desgraciados sucesos ocurran a personas reconocidas, de día, en lugares más concurridos o al entrar y salir de las casas particulares, de los comercios, restaurantes, donde sea. Ni el Ministro, ni la policía, encargados de la seguridad ciudadana, debieran seguir equivocándose con tan desacertados mensajes que nos exasperan y producen tanto rechazo.
¿No es cínico decir que la educación dominicana está basada en los más profundos valores éticos, morales y familiares, a los fines de que “nuestros estudiantes obtengan una sólida formación y desarrollo integral”? No, no nos lo podemos creer porque conocemos de sobra que el currículo escolar que se aplica en este momento, dista mucho de trabajar para esos fines. Porque entendiendo que se hagan esfuerzos, con un presupuesto conseguido por el pueblo, dista mucho de producirse en las aulas dominicanas tal perfección.
¿No es cínico que en este país de 48.442 km², tengamos 34 partidos reconocidos, constituidos en su gran mayoría por militancias circulantes, negociadas y de apoyo a un par de partidos principales, en permanente negociación para reciclarse? ¿No es cínico que se disponga que, en los años de elecciones generales el Estado entregue el 1/2% de los ingresos nacionales, que es de Mil 610 millones, 86 mil 923 pesos? Una suma que nos falta al pueblo en salud y seguridad, entre tantas otras cosas. Un traspaso vergonzoso que en esta ocasión, como siempre, creará una nueva pléyade de ricos a causa de la política.
Por favor, cambien el discurso, que el cinismo nos agota!