Opinión Articulistas

Norita Cortiñas, universal

Norita Cortiñas, universal

Susi Pola

La conocimos en la primera mitad de los años noventa, un jueves, acompañando a las Madres de la Plaza de Mayo. Visitábamos a nuestros padres y familia cada año en la Patagonia donde viví mi niñez, y hacía coincidir mi paso por Buenos Aires con esos jueves.

Fueron jornadas del corazón en su sede de madres poderosamente resilientes, las de la Plaza de Mayo, Línea Fundadora, por esas razones que nunca se saben pero que se sospechan divinas, para saber de nosotras y de ellas. Empatía, sororidad y reconocimiento de mujeres y nuestras causas dolorosas.
A comienzo de abril de 2005, en una misión internacional de investigación y solidaridad a Haití, encabezada por el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y ella, Norita, vino a la isla y decidió visitarnos cuando la misión terminó.

Viajó de Puerto Príncipe a Santo Domingo y de ahí, en autobús a Santiago, y tenerla tan cerca -tres días en nuestra casa- fue pura luz.

Cuando la llevamos a la casa de las Hermanas Mirabal en Salcedo – no era museo entonces- en la que el espíritu de Las Muchachas estaba presente, vivimos una experiencia mágica, después de recorrer todo, ver sus recuerdos expuestos y vivos. En la cocina que estaba ubicada fuera, Norita, cayó de rodillas sumida en verdadero llanto invocando el nombre de Doña Chea y manifestando el dolor de madre al perder a tres hijas, frente a suyo que perdió a uno.

Un lamento profundo, sonoro, solidario, sentido que nos conmovió inmensamente a quienes la acompañábamos incluida Dedé Mirabal, que nos recibió ese día.

La desaparición brutal de su hijo Gustavo en 1977, cambió totalmente su vida y ese mismo año se incorporó a las Madres de la Plaza de Mayo, Línea Fundadora, reclamando castigo para los culpables de los secuestros, torturas y desapariciones forzadas durante la dictadura militar argentina, viajando por todo el mundo para contar la perversa mutilación de tantas maternidades.

Junto a las Madres queridas, hizo de la Plaza y todos los símbolos que crearon, un lugar y un tiempo de lucha demostrando que, lo personal, es político.

Norita, venció al dolor y al miedo, universalizó la maternidad pidiendo por todos los hijos y las hijas, caminando todos los frentes de injusticia con valor y alegría, entendiendo la lucha por los derechos humanos como causa de todos y todas, y sumándose ecuménicamente.
Físicamente, hasta el jueves 30 de mayo.

Nora Morales de Cortiñas, Norita, Maestra infinita y universal.
Presente.