Después de más de 30 años de trabajo en la Salud Pública, fui beneficiado con una modesta pensión. Los amigos te felicitan y te dan consejos, que no sabes si son para alegrarse o para sentirse marginado. -Ya los hijos se fueron, ahora puedes hacer lo que quieras; deshazte de todo lo que tienes acumulado, y llévate a tu mujer a disfrutar de unas vacacionas permanentes. -Uf!
Desde hace un tiempo tengo mis «bucket list»: Viajar en el interior del país; y en el extranjero; curso de pintura; aprender a bailar salsa; leer y escribir un libro; jugar golf; e ir al cine y teatro con más frecuencia. Parece fácil y factible. Sin embargo, me olvidé de coordinar estos planes con los de mi mujer que es más joven y tiene otros intereses.
-Gastar dinero, sin estar produciendo, no se comprende. La idea de situaciones inesperadas y el futuro de los hijos, te impiden hacerlo. -Viajar a lugares exóticos es caro y en el país los tapones, aglomeraciones, mosquitos, son verdaderos inconvenientes. Nada mejor como tu sillón preferido, en una habitación climatizada; Agréguese una serie de Neflix de 68 capítulos «El gran hotel».
-Por lo menos hay tiempo para escribir; -Que va..solo después que saques a pasear los perros, hagas las compras del mercado, resuelvas con el plomero, electricista, o mecánico ya que la casa y el carro están viejos y necesitan constantes reparaciones. En adición están los achaques de salud: la presión, el manguito rotador, la vista; y la rutinaria pregunta: dónde carajo dejé los espejuelos?
Aunque nos creemos saberlo todo, y andamos por las calles prodigando consejos y recomendaciones, ya no tenemos iguales oportunidades cuando «aplicamos» para un nuevo trabajo. No hay dudas, la jubilación viene acompañada de la vejez y ya tus opiniones y contribuciones no son tan apreciadas, ahora perteneces al grupo de la tercera edad.
Ayer 1ro de octubre se conmemoró el Día Internacional de las Personas de Edad, y estuvo dedicado a concienciar contra la discriminación y estereotipos de las personas mayores. La jubilación es linda, es como llegar y decir a tu mujer «ya estoy en casa… y para siempre».