Con la habilitación de 14 carriles para el tránsito de vehículos en el kilómetro 9 de la autopista Duarte se supone que el caos y la inseguridad que han caracterizado la circulación en toda la periferia serán un asunto del pasado.

La zona se había convertido en un cuello de botella que, con sus consecuentes y mortificantes tapones, obstruía o dificultaba el tránsito por la Duarte y las vías aledañas. Los carriles adicionados han sido diseñados para descongestionar y agilizar el movimiento de vehículos. Los 18 mil millones de pesos invertidos en un proyecto que se inició en 2022 sugiere que ningún detalle se dejó al azar, sino que se contemplaron todos los aspectos.

El ministro de Obras Públicas, Deligne Ascensión, aseguró que con la solución vial los tapones, que tanto incordian a los conductores, serán definitivamente superados. En ese sentido hay que confiar en una eficaz coordinación con los ayuntamientos, el Intrant y la Digesett para regular el desplazamiento de vehículos.

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Ascensión citó que el proyecto para superar los atascos y agilizar el tránsito ha estado tan bien diseñado que se incluyeron seis centrales que funcionarán como expresos desde la avenida Núñez de Cáceres hasta el cruce de Manoguayabo, además de dos puentes para cada una de las cuatro franjas.

Por las explicaciones la solución al pandemonio del 9 parece la más viable. Obras Públicas ha cumplido con su función al habilitar los nuevos carriles, pero las demás entidades tienen también que cumplir con la suya.