Dos expresidentes y varios exfuncionarios figuran entre las 80 personas enviadas a juicio en Panamá por el escándalo de los sobornos y la financiación ilícita de partidos políticos de la constructora Odebrecht en la nación istmeña.
El expresidente Ricardo Martinelli y dos de sus hijos están imputados por el caso de los sobornos, mientras que el exmandatario Juan Carlos Varela es acusado de recibir aportes ilegales de la firma para su campaña electoral.
La fiscalía panameña no se anduvo por las ramas en la investigación que efectuó para transparentar el escándalo de corrupción. Al no dejar piedra sobre piedra el temor es que el proceso se haga interminable por el elevado número de acusados.
De todas formas Panamá, a diferencia de países como República Dominicana, ofrece un ejemplo de responsabilidad. Aquí, donde Odebrecht admitió que distribuyó 92 millones de dólares para la adjudicación de obras, sólo se imputó a seis personas, de las que se dice que fueron seleccionados con más criterio político que jurídico. El caso de Panamá envía un fuerte mensaje por estos predios.