Las plataformas de Google y Meta anunciaron el cese de sus servicios en Canadá en respuesta a la aprobación de una ley que las obliga a negociar con los medios de comunicación el pago por el uso de los contenidos noticiosos que estos generan.
De inmediato, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) consideró inapropiada y desconsiderada la reacción de esos emporios digitales, al señalar que esa entidad respalda una legislación que garantice el derecho de propiedad intelectual.
No se entiende que corporaciones oligopólicas de distribución de contenidos persistan en violar un precepto universal sobre la posesión de una prerrogativa sobre contenidos elaborados que no pueden ser usados sin el consentimiento de su autor.
Periódicos y revistas de todo el mundo invierten grandes recursos para indagar, investigar, recolectar y publicar noticias oportunas y novedosas, que luego son insertadas en las plataformas de Meta y Google sin pretender pagar por esa propiedad intelectual.
Esas plataformas atraen lectores y usuarios con el trabajo ajeno, pero cuando el propietario del contenido reclama pago por su propiedad, entonces aplican la ley del garrote.