Sin duda, la década de 1960 marcó el siglo pasado; no importó la vigencia de la “Guerra Fría” tras la Segunda Guerra Mundial con dos sistemas sociales antagónicos, para que movimiento juvenil irrumpiera. El movimiento Hippie, aún hoy día, tiene una reminiscencia con el festival que se celebra en el desierto de Estados Unidos y que es tolerada su celebración durante unos días por las autoridades, pese a que consumen drogas ilegales.
El movimiento de los Hippies -aunque heterogéneo en sus fines, con jóvenes de diferentes sectores- no era de simples consumidores de drogas e inadaptados sociales, más bien un movimiento de rebeldes contra la guerra y el autoritarismo. Estados Unidos tenía guerra con Vietnam; en este país del Sudeste Asiático con la guerra se daba la confrontación de los dos sistemas sociales: el capitalismo y el socialismo, el mismo fue dividido en dos, luego de liberarse del colonialismo francés.
El movimiento pacifista no comenzó en Estados Unidos sino en Inglaterra, con manifestaciones de jóvenes al aire libre en parques, logrando algunas veces concentrar hasta 250,000 personas (la mayoría muy jóvenes). Los Beatles, grupo musical con una notoriedad mundial, nacieron en Inglaterra. Uno de sus integrantes-John Lennon-, la figura más emblemática de ese grupo artístico y que fue asesinado en Estados Unidos en 1980.
No son los viajes a la luna, lo que marca los años 60, si no la eclosión de esa juventud que como movimiento social mundial pacifista rechazaba la guerra y el autoritarismo. La revuelta estudiantil contra el autoritarismo de la burocracia académica y del profesorado se hace sentir en países de diferentes continentes, y el Mayo Francés no fue un caso aislado. En nuestro país, cuando comienza esa década acabábamos de salir de una dictadura y vivíamos una fuerte efervescencia, dentro de un clima de guerra fría mundial. Los jóvenes dominicanos comienzan a expresarse y sus energías las canalizan a través de las organizaciones políticas y también de las organizaciones juveniles.
Los clubes juveniles comenzaron a organizarse en el país en los inicios de los 60, con matices diferentes a los clubes elitistas de jóvenes, pero tenían en común ser organizaciones juveniles; la recreación era uno de los objetivos que podían tener casi todos esos clubes, pero no el único objetivo de todos ellos. Durante la dictadura de Trujillo esas organizaciones eran controladas por el régimen y muchos jóvenes no se atrevían a organizarse; las organizaciones debían casi siempre invitar a Trujillo o a sus hijos Ramfis o Radhamés a fiestas, o bien, hacerle un reconocimiento a uno de ellos o declararle presidente de dicha organización o celebrar fiestas en su honor. Este tipo de actitudes asumían los clubes aristocráticos: Country Club, Casino de la Juventud, Casino de Güibia, Centro de Recreo (Santiago), Club de Hicayagua (El Seibo), Club del Comercio (Puerto Plata), etc.
Los clubes juveniles de los 60 no tuvieron que prestarse a ese juego, pues la dictadura no existía, la intolerancia había mermado. Los jóvenes de los 60 comienzan a organizarse impelidos por aires de mayor tolerancia.
En La Capital, los primeros clubes juveniles populares fueron: Club Mauricio Báez (11/09/1962), en sus inicios con otro nombre, Club San Antón (09/021963), Club Cultural y Deportivo La Fe (21/07/1963), Club Deportivo y Cultural Enriquillo (07/09/1962), Club San Lázaro (02/06/1963), Club José Nicolás Casimiro -Las Cañitas- (17/07/1964), Club Juvenil (26/01/1963), Club Pro Unión de Las Cañitas (11/04/1965), Club Recreativo Cultural Asociación Juvenil Obrero Estudiantil (31/01/1965); Club Por la Unión de Villas Agrícolas (05/04/1964).
Club Juvenil de Hoy y de Siempre (04/11/1965), Club Recreativo Cultural “Siempre Unidos” (28/10/1965), Club Juvenil Recreativo “Halcón Negro” (30/10/1965), Club Recreativo y Cultural (agosto del 1964), Club Recreativo Los Amigos, Inc. – ensanche Isabelita- (24/03/1963), Movimiento Cultural del 65, Movimiento Cultural del 63, Club Recreativo Deportivo 24 de Febrero (24/02/1965), Sociedad Cultural de Villa Consuelo (01/05/1964), Club Villa Francisca (00/05/1963), Club Santa Teresita -C/Albert Thomas No. 2- (Junio de 1962), Club Recreativo Caballeros de Villa Progreso -Barrio Villa Progreso – (00/09/1965). Los clubes de la ciudad de Santo Domingo que menciono surgieron hasta pocos días después de la Guerra de Abril.
En Santiago, se fundaron en ese lapso: Club de la Alegría -más recreativo que de difusión cultural, en la sección San José, municipio de Licey (09/06/1963), Club Cultural y Deportivo Luz y Progreso, ensanche Bermúdez, existía en 1978 (fundado en 1964), Club Cultural Gregorio Luperón (fundado en 1964), Club Atlético “Manbuiche”, sección Gurabo, era recreativo, fundado a final de la dictadura (11/02/1959), Agrupación Los Amigos del Progreso, barrio Pueblo Nuevo (12/04/1965), Sociedad Cultural Profesora Anacaona Almonte -calle Hermanas Mirabal- (05/04/1964).
En San Pedro de Macorís se fundan en esos años los siguientes clubes juveniles: Club Recreativo y Cultural 15 de Agosto (15/08/1963) y Club Recreativo y Cultural 15 de Abril (15/04/1963), el último existía en1972. En San Francisco de Macorís se funda el Club Deportivo y Cultural Juan Pablo Duarte el 11/11/1965, existía en 1974.
En San Cristóbal se funda el Club Quisqueya en agosto de 1964. En Barahona se funda la Sociedad Los Buenos Amigos el 12/02/1963.
Con el país intervenido por tropas militares norteamericanas desde 1965, y con injerencia abierta de Estados Unidos hasta 1966, se fundaron clubes denominados 5-D.
