Mi experiencia con el verbo “embicar” o “embicarse”¿Por qué este verbo, aprendido en la infancia, revolotea en mi cabeza como si insinuara que quiere ser tratado en esta columna? Llegan los recuerdos de aquellos tiempos cuando la madre reprochaba el “embicarse” de algún envase para beber un líquido, porque se suponía que lo procedente era servirse en otra vasija.
Ante la duda en torno a la procedencia de esta palabra y la forma correcta de escribirla, he acudido al Diccionario de la lengua española, edición 2014, y allí la encuentro, con este significado:
Embicar. (Marinería). Poner una verga en dirección oblicua respecto a la horizontal o como señal de luto a bordo. En una segunda acepción señala que es sinónimo de orzar, y esta voz se define como “Inclinar la proa hacia la parte de donde viene el viento”.
El sustantivo verga tiene entre otras acepciones el equivalente a vara (palo largo y delgado).
Había que seguir hurgando. Así topamos con el verbo /embizcar/, el cual significa quedar bizca una persona.
Buscándolo con uve encontré /enviscar/. Este verbo tiene dos entradas en el Diccionario.
La primera (De en- y visco) tiene estas acepciones: 1. tr. Untar alguna cosa con liga para que se peguen en ella los pájaros, a fin de cazarlos. 2. prnl. Dicho de un pájaro o de un insecto: Pegarse con la liga.
En la segunda entrada, enviscar trae estos valores semánticos: 1. tr. azuzar. 2. tr. Irritar, enconar los ánimos.
Pero nada de esto tiene que ver con el sentido de embicar que se movía en mi cabeza. Acudí al Diccionario del español dominicano, y en esa obra de la Academia Dominicana de la Lengua está todo lo que se puede decir de embicar. Aparecen seis variaciones en su acepción y para mi sorpresa y gozo, la sexta explicación dice:
“Pegarse un recipiente a los labios para beber su contenido. pop. col. Peralta Residuos de sombra 27: Tomó de la infusión EMBICANDOSE del pote y, en seguida, se lo pasó a la muchacha para que hiciera lo mismo; pero ella rehusó mal disimulando la repugnancia”.
Probablemente, cuando escribí la novela Residuos de sombra, en 1994, empleé el verbo embicar (escrito así) por pura intuición, sin guiarme de un texto académico y quizá sin saber que se trataba de un dominicanismo.
Hoy hago conciencia de que se trata de un dominicanismo semántico, ya que es una palabra del idioma español, pero aquí se le atribuye otro sentido, con similar grafía y fonética.
El DED cita tres veses al desaparecido académico Manuel Antonio Patín para apoyar las diferentes acepciones de la palaba: precipitarse contra algo, dirigirse apresuradamente a un lugar, apurar a tragos continuados el contenido de un recipiente o envase.
También cita a Pedro Antonio Valdez, en su novela Carnaval de Sodoma: “Esperaron hasta que se embicara un trago de una chata de ron”.
Espero les resulte útil que les haya contado mi experiencia con el verbo embicar.