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Orto-escritura

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Cuando uno sustituye al pronombre yo

 
Un lector, que además hace pinitos como escritor, sugiere a esta columna tratar el tema del pronombre /uno/. Él tiene la presunción de que es “incorrecto” el uso de ese vocablo en función de pronombre personal en oraciones como: Uno no sabe qué hacer; Uno ha de prepararse para cuando le toque; Una no tiene que aguantar tantas vainas…

 
Este uso no es exclusivo del habla dominicana ni es incorrecto, aunque es bien conocido que la función principal del vocablo es como artículo indefinido: (Un hombre, una idea) y como numeral (Solo hay uno; Apéame uno).

 
El Diccionario panhispánico de dudas, de la Asociación de Academias de la Lengua Española, trata el asunto de manera explícita. En ese texto se fundamenta este artículo.

 
Hay que hacer notar que aun funcione como el pronombre de primera persona yo, el pronombre indefinido uno admite la concordancia de género en función del sexo de la persona que habla: “Si una tiene su conciencia tranquila, no importa”.

 
Pero si la mujer que habla no hace alusión directa a sí misma, sino que habla en términos generales, podrá usar el indefinido uno, aludiendo al ser humano en general. De modo que una mujer podría expresar: “Aquí debe uno andar como guinea tuerta con estos delincuentes”. Aunque equivale al pronombre de primera persona, quien habla empleará el verbo en tercera persona (sabe, ha, tiene, debe).

 
El pronombre tónico reflexivo correspondiente a /uno/ es /sí/, igual que para la tercera persona: Uno tiene que confiar en sí mismo”; “Una tiene que darse valor a sí misma”. La forma reflexiva para la primera persona (yo) es /mí/: “Sufrí un desmayo y volví en mí dos horas después”; “Que en mí caiga la responsabilidad”.

 
El Panhispánico observa que el pronombre indefinido uno actúa como elemento reflexivo en oraciones impersonales y pone los siguientes ejemplos: «Para triunfar, pensó, hay que ser un poco ajeno a uno mismo» (Millás Desorden [Esp. 1988]); «Convencerse de que morir no es después de todo tan jodido si se muere bien, si se muere sin recelos contra uno mismo» (Benedetti Primavera [Ur. 1982]). En este tipo de oraciones resulta preferible no emplear el pronombre reflexivo sí, ya que este requiere un referente específico.

 
Recordemos el uso del pronombre /uno/ en el final del magnífico cuento “Todo un hombre”, de Juan Bosch:
“Porque cuando a uno van a llamarlo a su casa, manque uno sepa que es pa matarlo, su deber ta en atender al que lo llama”.

 
Pero si no fueran suficientes estos argumentos al respecto de estas pequeñas cosas, tomemos en cuento esto que canta Joan Manuel Serrat:
“Uno se cree que las mató / el tiempo y la ausencia. / Pero su tren /vendió boleto / de ida y vuelta”.

 
Numeral
Con uno se denomina, comúnmente, el numeral cardinal que ocupa el primer lugar de su serie. Puede ser adjetivo o pronombre, con variación de género, pero no de número: En la finca había solamente un pozo; De las manzanas del árbol, ya no queda ni una. Para designar el número correspondiente, la forma uno funciona como sustantivo masculino (solo o en aposición a número) y, en ese caso, sí tiene plural: el (número) uno; El once se escribe con dos unos.

 
Al respecto especifica el citado diccionario que “Cuando el numeral uno se antepone a un sustantivo masculino, se apocopa en la forma un: No quedó ni un soldado vivo. Ante sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica, el femenino una suele hoy apocoparse: Se repartió un arma a cada hombre (aunque no se considera incorrecto, hoy es infrecuente en estos casos el uso de la forma plena una)”.

El Nacional

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