Si de Stalin, estalinista; de Spinoza, espinocista
El trabajo de corregir notas (estilo, gramática, ortografía) en un periódico ocasiona algunas incertidumbres, pero si se trata de material noticioso el corrector se constituye en autoridad y elimina palabras, frases y párrafos y todo queda mejor.
Cuando le toca a uno revisar artículos o ensayos que se publicarán en un diario, la situación cambia. Más que incertidumbre, angustia hube de sentir al revisar un ensayo, en cuatro entregas, de un acreditado intelectual, publicado en el suplemento Areíto, del diario Hoy. Versa el enjundioso texto sobre la filosofía de Baruch Spinoza, a propósito de un libro de la filósofa Elsa Saint-Amand Vallejo.
El problema era simple, de carácter lexicográfico. Pero un problema simple se torna en complejo si quien lo siente no dispone de la solución o si teniéndola no se dispone a aplicarla por algún temor. Esto último fue mi caso. El filósofo que analizaba el libro “La utopía materialista de Spinoza”, de la profesora Saint-Amand, comenzó llamando “espinosista” a los seguidores del filósofo holandés nacido en 1632:
“Desde mi punto de vista el continuo ontológico espinosista transpuesto al mundo político es injustificable e inconsecuente a la luz…”
“A mi entender -hasta prueba en contrario- la libertad espinosista solo equivale ontológicamente a necesidad y por tanto dista de ser la de algún ser humano”.
Visité la escuela de filosofía de la UASD en busca de orientación. Luego, pude consultar al autor de los trabajos sobre Spinoza. Escuchó mis razones con sobrada tolerancia cuando le argumenté que en español la /z/ cambia a /c/ en palabras derivadas: pedazo, pedacito; Somoza, somocista.
La Ortografía de la lengua española, publicación oficial de las academias, recomienda que los sustantivos y adjetivos derivados de nombres de personas y de lugares no adaptados al español, deben conservar las características gráficas del nombre del que proceden para facilitar la identificación de la persona o del lugar aludido. Ejemplos: beethoveniano (de Beethoven), picassiano (de Picasso), trostkista (de Trostky), flaubertiano (Flaubert), shakesperiano (de Shakesperare). De acuerdo con esto, de Spinoza, pudiera ser “spinozista”. En otras lenguas (italiano, francés…) las voces derivadas de Spinoza mantienen la /z/: Spinozianas.
Sin embargo, esos vocablos derivados de los nombres citados, están sujetos a variación por su adaptación al español, pues todos llevan una terminación propia de nuestra lengua. El mejor ejemplo de esto se encuentra en las voces derivadas del apellido de Joseph Stalin.
Estalinista, estalinismo o estaliniano son vocablos del español. El Diccionario define a estalinista de este modo: 1. adj. Perteneciente o relativo a Stalin o al estalinismo.2. adj. Partidario del estalinismo. Apl. a pers., u. t. c. s.
Estalinismo. 1. m. Régimen comunista totalitario impuesto por Stalin en la Unión Soviética en el siglo XX.
El Diccionario académico incorpora el vocablo /espinosista/ definido de este modo:1. adj. Fil. Perteneciente o relativo al espinosismo. 2. adj. Fil. Seguidor del espinosismo.
A su vez /espinosismo/ es definido por DLE así: m. Fil. Doctrina representada por Benito Espinosa, filósofo holandés del siglo XVII, que consiste en afirmar la unidad de sustancia, considerando los seres como modos y formas de la sustancia única.
Un filósofo que se llame Benito Espinosa le parece a uno que sea español, dominicano, cubano…pero ocurre que Baruch Spinoza ha sido llamado de distintas maneras ( Baruch de Espinoza, Benedict, Benito o Benedicto Spinoza o Espinosa), según las distintas traducciones de su nombre. Cierto que los españoles lo prefieren como Benito Espinosa. Y Fernando L. Ferrand, el filósofo que escribió el ensayo sobre el libro de Elsa Saint-Amand, siguió ese modelo, y emplea la voz /espinosista/, registrada en el Diccionario académico.
Como la forma más conocida es Spinoza, yo, amparado en dos preceptos de nuestra lengua, opino que el derivado debe ser “espinocista”, variando la z como en somocista, y comenzando con /e/ como en estalinista.