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Patinetas eléctricas, de recreativas a medio de transporte

Patinetas eléctricas, de recreativas  a medio de transporte

Fueron parte indeleble de la infancia de muchos dominicanos: Las patinetas de cajas de bolas.
Actualmente han vuelto con nuevos y modernos diseños, nunca pensamos que regresarían, no solo para recrearnos, también para usarlas en nuestro diario vivir como medio de transporte.

Hoy día estos aparatos toman otro protagonismo en el área céntrica de la ciudad de Tampa, Florida, donde se pueden ver dispersas y agrupadas en sus aceras, mientras usuarios de todas las edades recorren las calles en ellas. Y que la veas en el medio de las aceras no es sorpresa. Por un momento, te dan la errónea sensación de que alguien las olvidó o que son robadas.

Las nuevas patinetas son una innovadora modalidad de transporte y se encuentran en varias ciudades de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. Responden al concepto de movilizarse en distancias cortas, que en términos urbanos se le conoce como micro movilidad.

Las patinetas funcionan con el impulso de las piernas de quién la monta, luego se desliza por ella misma, tienen su encanto: son eléctricas. Cargadas con baterías que permiten una velocidad de hasta 40 km/h, ellas son un aliciente para reducir el congestionamiento y contribuir a un Medio Ambiente menos contaminado.

En San Francisco, Tampa, Medellín, Tel Aviv o Bogotá, para citar algunas de las 90 ciudades donde operan, estos artefactos son parte de la cotidianidad urbana a través del formato de alquiler y para acceder a ellas se necesita bajar una aplicación de software que te permite primero detectar su ubicación y luego, con toda tu información personal suministrada, te da autoridad de activarla.

La idea de que estén dispersas en la ciudad facilita su accesibilidad rápida y cercana. El propósito es que no tengas que caminar más de 500 metros para encontrarlas disponibles.

Se estima que para el 2025 el mercado mundial de las patinetas será de hasta unos US$50,000 millones. Algunas de esas compañías de e-patinetas en el mundo son Lime, Vogo, Spin, TierMobility y Bird, entre otras.

La invasión del espacio público, la posibilidad de que ciudadanos sufran caídas al tropezar con ellas y los nuevos escenarios de accidentes que surge con los peatones son los grandes dilemas. En 2017, en Estados Unidos se reportaron siete muertes relacionadas con la misma. Y en Berlín, Alemania, en tres meses se reportaron 74 accidentes, incluido 65 casos de usuarios borrachos y más de 233 violaciones de tránsito.

El arquitecto y urbanista Marcos Blonda ve con muy buenos ojos la llegada de las patinetas en Santo Domingo, pese a la ausencia de una infraestructura adecuada. “Las vi recientemente en Washington, DC y es algo viable que se adaptará a nuestro contexto. El tema en Santo Domingo es que las aceras no están en buenas condiciones, pero las imagino en la Zona Colonial, el Malecón, en zonas donde la gente se mueve y donde existe mucho comercio.”

Aunque se bloquean y se custodian ellas misma, el gran obstáculo en América Latina es con aquellos amigos de lo ajeno quienes tienen una clara invitación para robársela. “Este es un país de gavilleros y si hay algo que se puede robar, te lo van a robar”, manifestó enfáticamente el urbanista Blonda.

La capital dominicana tiene la mayor densidad vehicular en América Latina, con 13,082 carros por kilómetro cuadrado, de acuerdo a un estudio de la Fundación Economía y Desarrollo. Por ende, cualquier intento para eliminar carros debe ser bienvenido por las autoridades municipales dominicanas.

Si se incorpora a nuestro paisaje urbano y con su debida reglamentación, las patinetas eléctricas brindarían un respiro al caos urbano. Sin regulación, el caos vial y peatonal sería insoportable.

La llegada de este esquema de transporte al país exigiría, y ese es la gran tarea, un alto grado de civilidad ciudadana, educación, responsabilidad y buena fe del usuario.
El autor es periodista.

El Nacional

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