Un Estado de peligrosidad por el estacionamiento de diversos vehículos y hasta camiones, especialmente en horas de la mañana, se percibe en los alrededores del Palacio Presidencial.
Y ello ocurre en el sector de Gascue, de esta ciudad, entre las calles Doctor Báez, que es la entrada al Palacio Nacional, Luisa Ozema Pellerano, Cesar Nicolás Penson con Doctor Báez, hasta llegar a la Avenida Bolívar.
Resulta, a la luz de estas realidades, que esta situación se debe a que los vehículos que se estacionan ocupan ambos lados de las vías, y el tránsito se torna altamente peligroso para los transeúntes y algunos vecinos. Y algo más, es tan desenfrenado el problema que imprudentes conductores y propietarios de vehículos, hasta ocupan entradas de los residentes por allí, al entender algunos de dichos vecinos, teniendo que incomodarse a familiares y ciudadanos residentes por aquellos lugares.
Las paradas vehicular en doble línea llega al paroxismo que las guaguas que transitan turistas a contemplar la mansión Presidencial, especialmente por la calle doctor Báez, les resulta muchas veces imposible penetrar hasta allí.
Por estas cercanías existen algunas oficinas gubernamentales, pero al colocarse algunos vehículos, también resulta peligroso, debiendo las autoridades a quienes compete, resolver este y otros lamentables problemas en relación a las mencionadas vías de comunicación.
Este gravísimo estado lleva más de diez años, siendo menester la solución pertinente, y el nuevo director de Amet, General Pujols, ni su institución, nada tienen que ver con nuestra inquietud y dicha peligrosidad.
Pensamos que la inquietud planteada es preocupante y hasta peligrosa para quienes laboran en el Palacio Nacional, y algunos de los propietarios y residentes han sostenido agrias discusiones con los imprudentes y se han enfermado.
Peligrar es amenazar, correr riesgo, trance, contingencias, arriesgado, alarmante, apuro, amenazador, temible, difícil, experto.
¿Y por que no se corrige de inmediato estas acciones dañinas, riesgosas, inclusive para quienes habitan el Palacio Nacional y sus alrededores?
Debemos afirmar que durante el tiempo en que laboramos en la referida mansión del Pueblo, nunca se presentó la delicada problemática de hoy.
Toda el área y sus lados adyacentes o periféricos al Palacio Nacional, deben estar exentos de cualquier situación que ofrezca peligrosidad.
Como el presente gobierno encontró al País devorado y envuelto en un caos, como están los barrios y sectores de la ciudad de Santo Domingo y sectores del país con el grito al cielo permanentemente, ojalá se actué sin contemplaciones.
La Nación necesita un efectivo y reordenamiento por etapas, sobre todo la Ciudad Capital, ¡ya veremos! Hay que prevenir antes que remediar.