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Periodismo y cumplimiento de las leyes

Periodismo y cumplimiento de las leyes

El ejercicio profesional en los medios de periodistas y comunicadores es muy valioso por el servicio que se presta a la opinión pública y la ciudadanía en general, pero es claro que ellos ni nadie están exentos del respeto y cumplimiento de derechos y leyes que viven reclamando.

Por esa razón carece de base el argumento de que constituye un atentado a la libertad de expresión y difusión del pensamiento cada vez que por alguna circunstancia algún medio de comunicación decide, en legítimo derecho de sus prerrogativas constitucionales, poner término a un contrato de arrendamiento de espacio.

Es por esto que el periodista Marino Zapete no tiene razón en su denuncia de que su salida del Multimedio Teleradio América se debe a presiones que atribuye al procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez y que ese medio ha desmentido mediante un editorial.

Ante la versión dada por Zapete a través de las redes sociales y reproducida en otros medios, Teleradio América ha afirmado de forma precisa, para que no quede ninguna duda al respecto, que el Procurador ni ninguna otra autoridad ha realizado gestión o presión para influir en la decisión que tomó la empresa de suspender el programa El Jarabe, producido y conducido por Zapete.

En su editorial, Teleradio América precisa además que la suspensión de dicho programa está fundamentada en una decisión libre y voluntaria de esa empresa, ponderada y motivada por eventos sucedidos con relación a la venta del medio y con anterioridad a la supuesta difamación a la señora Maybeth Rodríguez, hermana del Procurador de la República.

Además de desmontar el alegato de que habrían mediado supuestas presiones, este último dato deja bien establecido la falta de sustentación de la versión en que Zapete trata de explicar su salida del canal, ya que como se ve tampoco hay relación de tiempo que pueda justificarla.

Independientemente de esos señalamientos, Teleradio América destaca en otra parte de su editorial otro punto que es sumamente relevante, a la luz de los principios jurídicos, al afirmar que tiene “el derecho de libertad de contratación contemplado en la República Dominicana” para ejercer “la comunicación con completa independencia su política empresarial.

En efecto, hay que entender de una vez por todas y los receptores de informaciones así lo comprenden y no se dejan confundir con esto del supuesto atentado a la libertad de prensa, ya que los medios de comunicación son también empresas comerciales que no pueden ser objeto de chantaje para impedir que en un momento dado, por razones corporativas o legales como influyeron en este caso, pueda ejercer su derecho de decidir sobre el uso o arrendamiento de sus espacios.

En su editorial, la empresa ha sido muy precisa al negar los alegatos de supuestas presiones, al indicar que a Zapete se le informó y advirtió como aviso que se había firmado un contrato de intención de compra a Teleradio América que exigía no tener ninguna acción contra la empresa o productores de la misma.

Fue entonces esa coyuntura y no la que afirma Zapete en su afán de presentarse como víctima de una supuesta persecución en su contra de la que trata de vincular a la empresa, la que de forma razonable determinó la suspensión del contrato de arrendamiento del Jarabe de Zapete.

Esa explicación, según destaca Teleradio América, fue comunicada en “reiteradas ocasiones” a Zapete, a pesar de lo cual el comunicador ha continuado en su empecinamiento de interpretar su salida del espacio como resultado de un supuesto plan para silenciarlo.

Como señala el editorial en cuestión, esa reacción de parte de Zapete era previsible conociendo su forma de pensar y actuar y por eso Teleradio América revela que el Procurador pidió formalmente que el programa no fuera suspendido, porque se tomaría como “un acto de presión”, que es la idea que el comunicador ha querido llevar al ánimo de la clase periodística y de sectores de opinión pública.

Finalmente, y como aspecto que Zapete parece haber excluido en su denuncia, la empresa revela que por varios medios al periodista se le ha hecho saber que es bienvenido a seguir con su programa, luego de que recibieran la notificación de que habían sido excluidos de la querella interpuesta contra el comunicador por la señora Rodríguez. Como se ve, entonces la intención es hacer ruido y confundir.

El Nacional

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