El Parque Nacional de la Biodiversidad, una belleza natural bordeada de una exuberante vegetación ribereña, fue el lugar escogido para el bosque de El Nacional, donde empleados del periódico en el 2011 sembraron plántulas de especies endémicas que hoy son robustos árboles que se confunden con la frondosa arboleda del entorno y sirven de refugio y alimentos para las aves.
A este lugar cargado de vegetación tropical, que comparte territorio con el polígono protegido del Monumento Natural Salto de Socoa, donde se conserva la cabecera y un tramo superficial de aguas claras y cristalinas del río Socoa, acudieron ejecutivos de este vespertino a observar la evolución del bosque y se aprovechó identificarlo para dejar plasmado el compromiso medioambiental del personal de El Nacional.
El Parque de la Biodiversidad está en un área de 71.67 km2, en cuyo interior hay mogotes o haitises de origen tardío, perteneciente a Monte Plata. Está a una hora de Santo Domingo y el lugar que se ha convertido en una atractiva oferta para el turismo de naturaleza
El recorrido por el área protegida, se hizo acompañado del viceministro de Medio Ambiente de Areas Protegidas y Biodiversidad, Daneris Santana, por la bióloga Matilde Mota Guerrero y Carlos Voigt, administrador del parque, quienes no pararon hasta el final de exaltar la belleza de las distintas especies.
“Todo se compensa en los bosques, el que se regenera. Las hojas caídas se convierten en materia orgánica y sirven de abonos para restaurar el suelo”, explicó la bióloga Mota Guerrero.
El grupo de El Nacional estuvo encabezado por el subdirector de El Nacional, José Antonio Torres, Emilio Ortiz, Rolando Guante, Rafael Peralta Romero, Mario Terrero y Martha Arias Melo.
“El trayecto superficial del río Socoa, termina en un Salto hermoso y de espectacular belleza escénica, que se ha convertido en un atractivo regional como una oferta de turismo de naturaleza”, explicó en un trabajo José Manuel Mateo Féliz, aunque la bióloga Mota Guerrero se quejó de que pocos dominicanos visitan el lugar.
El área protegida Salto de Socoa fue creado mediante el decreto 571-09, bajo la designación de la categoría III, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN): Monumento Natural.
De acuerdo a explicaciones de los funcionarios de Medio Ambiente, la zona es una plataforma cárstica, con llanos ondulados y depósitos aluvionales, con roca porosa y cúmulo de arcilla, con mogote de porte bajo, modelado por los movimientos del mar antes de la emersión, donde son comunes abrigos rocosos, concavidades, huecos y cavernas, como la cabecera donde aflora el río Socoa.
Explican que los acuíferos restringidos a zonas cársticas fracturadas, donde afloran en forma de manantiales, para infiltrarse, con algunos excepciones como es el recorrido superficie del río Socoa en este territorio protegido.
El viceministro Santana reconoció en don Luis Crouch Bogaert, quien murió en julio pasado, dominicano de origen fue el ideólogo del parque con la biodiversidad nacional, sorprendido por la riqueza de los bosques naturales, por lo que logró que el Estado les donara diez mil tareas de tierra, en el 1996, para consumar lo que es hoy el área protegida.
El Centro para la Investigación Agropecuaria y Forestal (Cedaf), que fue creado por Crouch Bogaert, siempre se ha mantenido apoyando el desarrollo del parque y ayuda a la rehabilitación de los nuevos senderos. Santana propone un gran reconocimiento póstumo a Crouch Boagert, por sus aportes al país.
Aportes El Nacional
El viceministro Santana agradeció a El Nacional por su aporte al medio ambiental, ayudando a restaurar espacios que estaban degradados.
“Porque esta zona eran potreros del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), muchas de su vegetación original, fueron eliminadas y hoy por la capacidad de la autoregeneración que tienen los bosques tropicales y por la reforestación que diferentes instituciones públicas y privadas han venido haciendo ya no queda área de pastos, sino que el bosque se ha restaurado”, afirmó frente al personal de El Nacional que identificaron la zona apadrinada.
“El bosque ribereño es rico en vegetación encontramos una gran variedad de especies endémicas que tiene gran importancia como soporte para la alimentación básicamente de la habit-fauna”, sostuvo. También hay espacios para los anfibios y reptiles, pero en todas estas áreas, hay una riqueza de fauna muy grande como se puede apreciar.