El Departamento de Informática de la Junta Central Electoral (JCE) recomendó al Pleno de esa institución reemplazar equipos electrónicos que serían usados para la transmisión de los resultados electorales de las elecciones de 2024, por considerarlos obsoletos, razón o argumento que evitaría reeditar pesadillas.
Delegados de los partidos políticos fueron debidamente informados por el director de esa unidad, Johnny Rivera, sobre las falencias técnicas que tendrían esos escáneres tipo N- 7100, creados en 2015, cuya vida útil habría caducado, según el funcionario.
Ante ese planteamiento, lo primero que arriba a la mente es la suspensión de las elecciones presidenciales de 2020 a causa de “fallas técnicas” en equipos electrónicos “de última generación”, grave percance que puso en aprieto la gobernanza e institucionalidad.
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Para ser más específico, el director de Informática de la JCE, reveló que algunos escáneres carecen de bandeja de alimentación automática, que se identificaron rodillos degastados, con ralladuras en los cristales y acumulaciones de polvos, lo que en el lenguaje técnico, su uso en esas condiciones sería altamente riesgoso.
El Pleno de la Junta ha hecho bien en transmitir directamente a los delegados políticos tan preocupantes informaciones en torno a los equipos que serían usados nada menos que para transmitir los resultados de las votaciones, por lo que la sustitución de esos escáneres se convierte en diligencia prioritaria.
Como era de esperarse, los delegados políticos acogieron las recomendaciones de reemplazar esos equipos, aunque con diversas observaciones, como la de que la JCE establezca a la mayor brevedad un calendario de acciones en esa dirección, porque solo faltan cuatro meses para los comicios municipales.
También se ha solicitado a la Junta que proceda a notificar a los partidos en un plazo de una semana el planteamiento sobre cambio de esos escáneres, para que sus respectivas mesas técnicas ponderen la propuesta relacionada con otra solución.
La JCE ha actuado con gran sentido de prevención al advertir que esos escáneres representan un riesgo de inseguridad en los próximos procesos electorales congresuales, municipales y presidenciales, ante lo cual los partidos políticos han respondido con encomiable responsabilidad, lo que aleja el temor de que en los comicios venideros se reedite la pesadilla del 2020.
