Editorial

   Pescuezos largos

   Pescuezos largos

El ministro de Hacienda reveló ayer que posiblemente en noviembre serían  subastados unos mil vehículos oficiales de alto cilindraje usados por  funcionarios o usufructuados por particulares lo que implicaría un ahorro de miles de millones de pesos y la consolidación de una imagen de frugalidad que el Gobierno procura proyectar.

La ciudadanía aplaudiría con delirio si en verdad el presidente Danilo Medina cumple su promesa de desmontar a servidores públicos de automóviles y yipetas de lujo  de alto consumo de combustibles, cuyo uso y disfrute contrasta con  las precariedades que padece la mayoría de la población.

Esos vehículos pescuezos largos son de uso abusado por  funcionarios y allegados que no pagan  ni un  solo centavo en  combustibles ni costean sus costosos mantenimientos, todos lo cual  corre a costilla de los contribuyentes.

Son muchos los ministros, viceministros y jefes departamentales que tienen asignado más de un vehículo de las instituciones donde laboran y algunos  se han autoasignado “flotillas” para el  disfrute también de familiares y amigos, por lo que se requiere  poner fin de inmediato a tan irritantes privilegios.

No hay razón para que  un servidor público, de cualquier categoría, disponga de un vehículo de lujo adquirido con recursos del Estado, si  las actividades cotidianas bien pueden realizarse en un  carro o  camioneta de valor y mantenimiento moderados.

Es por eso que se recibe con  beneplácito el anuncio del licenciado Simón Lizardo, de que  se organiza una subasta  para vender al mejor postor un millar de  carros y yipetas de lujo, que hoy  ruedan por calles, avenidas y  autopistas  a costa de los dineros públicos.

El funcionario que desee pavonearse  a bordo de un vehículo de alto cilindraje, con costo superior a los cien mil dólares, debería adquirirlo con sus propios recursos y  proveerlo de combustible y  mantenimiento con dinero salido de sus bolsillos o renunciar al cargo si considera que no merece  transportarse a bordo de un carro utilitario.

El  Gobierno no es para parrandear ni  hacer ostentación de riqueza con  dinero público, por lo que  se  aplaude la  decisión del presidente Medina de  desmontar a los funcionarios de los vehículos pescuezos largos que serán subastados a quienes deseen adquirirlos y pagar con su dinero el lujo  que no puede ni debe proveer el Estado.

El Nacional

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