(y 2)
En la organización morada todos sus miembros tienen derecho a elegir y a ser elegido siempre y cuando lo permitan los estatutos del partido y la Constitución dominicana.

La intención sensata y prudente de quien escribe nunca será la de menospreciar la capacidad de trabajo de los precandidatos del PLD y mucho menos pretender minimizar a ninguno de ellos. Ahora bien, en honor a la verdad, para nadie es un secreto que entre todos los precandidatos existe uno, líder indiscutible de masas, que representa claramente el camino real, sin necesidad de forzar la vista.

Lo cierto es que en los actuales momentos el PLD no puede intentar jugar a tomar sendas peligrosas e inciertas, mucho menos atajos desconocidos que pudiesen descarrilar el vehículo del progreso continuo.

Como en toda actividad humana, las improvisaciones y los errores se pagan caros, estos resultan mortales en política. Por lo tanto, pretender echar a un lado a Leonel Fernández, el activo más sólido con que cuenta actualmente el PLD, sería un suicidio de carácter político.

En conclusión, el liderazgo político del doctor Leonel Fernández se mantiene incólume. Y como es un líder verdadero (al igual que lo fueron Juan Bosch, Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez) ha sabido sobrevivir más allá de todas las diabluras y suciedades propias de los adversarios que le odian.