El alto costo de la canasta familiar, bajos salarios, la no libertad sindical, pensiones bajas, la economía informal, las reformas a las leyes Agraria y de Seguridad Social, son males que afectan a los trabajadores dominicanos, afirmaron este viernes los sindicalistas Jacobo Ramos y Gabriel del Río Doñé.
La posición fue expuesta por el presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), y el secretario general de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC), respectivamente, durante su intervención en la 105 Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Del Río Doñé dijo que las centrales luchan porque los trabajadores tengan salarios decentes, tanto los del campo, de la ciudad, para los empleados públicos y privados y los inmigrantes, pero los patronos rehusan pagar sueldos atractivos como se los merecen”.
Ramos, de la CNTD, anotó que las centrales sindicales no van a ceder ni un ápice a las pretensiones de los empresarios que buscan reformar él Código Laboral con el fin de que se eliminen conquistas obtenidas durante años por los trabajadores dominicanos.
El sector patronal busca que que se elimine del Código Laboral la cesantía, se reduzca el período de licencia a las embarazadas, que se amplíe las horas de trabajo semanal, entre otros.
“Esas conquistas de los trabajadores, los patrones que ni sueñen que no van a poder excluirlas del Código de Trabajo”, precisó Ramos de la CNTD.
El dirigente de la CASC sostuvo que “las centrales sindicales participan en los diálogos tripartitos, el Consejo Consultivo de Trabajo, y Consejo Económico Social, y otras instancias, para buscar soluciones vía el diálogo y la concertación a los problemas que afectan a los trabajadores y al país”.
Abogó porque el Producto Interno Bruto (PIB), uno de los de mayor crecimiento de América Latina, beneficie y se refleje en la mayoría de los trabajadores del campo, “que cada día son más pobres por no tener salarios decentes y una vida digna”.
Del Río adujo que la CASC y las centrales sindicales favorecen que se mantenga la Mesa Sindical para enfocar las principales acciones de cara a soluciones a los males que afectan la libertad sindical y pacto colectivo.
Anotó que la mayoría de los obreros temen organizarse por no perder su empleo, a pesar de que esto se establece en el Código Laboral y en la ley de los empleados públicos y en los convenios de la OIT 87 y 98, ratificados por el Congreso Nacional.
Los sindicalistas sugieren a los empresarios contribuir con la paz laboral, pagando salarios dignos y sin tocar temas que lesionen conquistas de los trabajadores.