POR: César Pichardo
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Vida y muerte
El hombre es una criatura de hábitos: Tiende a acostumbrarse en toda la marcha progresista de la civilización, y la continuada oposición del hombre al cambio… En este camino por la vida venimos de un mundo, somos pasajeros de este mundo en tránsito hacia otro.
Morir es una experiencia… La muerte no sé…
Solo se puede experimentar en vida y morir es la última experiencia de la vida. La vida es lo viejo y conocido… La muerte es la novedad desconocida. ¿De qué se trata? ¿Qué es lo que verdaderamente pasa? ¿Me daré cuenta? ¿Cuál es la conciencia que tendré? ¿Sera la muerte la nada absoluta?.
¿Será algo? ¿Qué pasaría si supiéramos con certeza que pasa después de la muerte? ¿Qué pasaría si supiéramos con seguridad que no pasa absolutamente nada y que la muerte es la nada en su máxima expresión? ¿Qué pasaría si supiéramos con seguridad que volveremos a el mundo de los vivos con otro cuerpo y otra vida después de esta? ¿Qué pasaría si supiéramos »Algo» con seguridad, sobre la muerte?.
La muerte es misteriosa, y la única verdad que sabemos es que no sabemos nada… Lo único seguro es que todos vamos a morir un día y que solo aquellas cosas de la vida son ciertas. Sólo conjeturas y suposiciones tenemos sobre la misteriosa muerte lo que si sabemos seguro es que la muerte significa necesariamente cambio y que con ese cambio viene una forma de existencia, aunque sea esta, la existencia de la nada absoluta.
La muerte es una etapa obligada de la vida, y cualquiera que sea su naturaleza es mejor no angustiarse por lo desconocido y misterioso de la misma… Vivir al máximo la vida y conocer la muerte a su tiempo… Así, quizás, experimentemos el instante más increíble de la vida, al morir.

