Opinión

Presencia economica

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¿Trabas comerciales?
Las trabas y obstáculos al normal desenvolvimiento del comercio mundial se incrementan con el paso del tiempo adoptando formas y argumentaciones aparentemente jurídicas, afectando el flujo de operaciones de compra y venta de bienes y servicios entre los países integrantes de la comunidad internacional jurídicamente organizada.

En efecto, la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha lanzado su voz de alerta ante el fenómeno del enlentecimiento de las transacciones comerciales globales debido a la implementación de maniobras gubernamentales que aparentemente se fundamentan en medidas técnicas y fitosanitarias dirigidas a preservar la calidad de los bienes y servicios que demandan los consumidores argumentando una pretendida protección al medio ambiente, pero que en la práctica se traducen en medidas proteccionistas.

Llama la atención el contenido de un informe técnico dado a conocer por la Unión Europea (UE) a mediados del 2014 en el cual expone su queja ante lo que considera un reforzamiento de medidas que obstaculizan el acceso de sus productos a manos de los consumidores de China, India, Rusia, Brasil y Estados Unidos, entre otros países, debido a la aplicación de obstáculos al comercio bajo la forma de requerimientos técnicos y fitosanitarios.

Pero ocurre que la UE ha sido un bloque comercial caracterizado por crear y poner en prácticas numerosas medidas de corte proteccionista que tienden a limitar el acceso a su cotizado mercado de bienes agropecuarios, minerales y productos industrializados procedentes del resto del mundo.

Estas prácticas proteccionistas no son nuevas. Se recordará que en 1750 Inglaterra inició un avance sostenido en la producción de bienes gracias a los avances tecnológicos alcanzados en el marco de la naciente Revolución Industrial por países que, como Estados Unidos, se negaban a permitir la entrada de mercaderías extranjeras libres del pago de aranceles (impuestos), a la vez que se oponían al discurso inglés que defendía el llamado libre comercio.

En efecto, Ulises Grant, presidente norteamericano durante el período 1869-1877, reconocía que EE.UU. estaba por debajo del desarrollo industrial alcanzado por Gran Bretaña y por eso se oponía a las presiones de Londres para que sus mercaderías inundaran el mercado norteamericano.

El citado gobernante sentenció: “Dentro de 200 años, cuando América haya obtenido del proteccionismo todo lo que éste pueda ofrecer, también adoptará el libre comercio”. Pero no tuvo que pasar tanto tiempo para que Estados Unidos hiciera suyo el discurso del libre comercio. Bastó con situarse en una posición hegemónica dentro de la economía mundial.

La historia del comercio mundial demuestra que los países desarrollados han sido los campeones del proteccionismo. Ellos protegen, hasta más no poder, los intereses de sus productores y exportadores, en cambio cuestionan y se oponen a las medidas de apoyo productivo y comercial adoptadas por las economías subdesarrolladas. Cuestión de intereses económicos contrapuestos.

El Nacional

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