Ecos de la integración
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sostiene que la integración regional es un proceso multidimensional cuyas expresiones incluyen iniciativas de coordinación, cooperación y convergencia, abarcando no solo las temáticas económicas y comerciales, sino también las políticas, sociales, culturales y ambientales.
Y si se piensa en la inserción de la economía regional dentro de los flujos de comercio, producción y capitales internacionales hemos de reconocer que el mecanismo mediante el cual los Estados tienen la posibilidad de maximizar sus beneficios económicos y su inserción dentro del comercio global resulta ser la búsqueda de un mayor nivel de interdependencia y coordinación interinstitucional que sólo se logra mediante la debida integración económico-política.
Fíjense que hemos adoptado el concepto integración económico-política. Porque ocurre que cuando se hace referencia a la integración regional suele ponderarse en primer lugar los componentes económicos, destacándose reducción y/o eliminación de los niveles arancelarios, fijación de impuestos aduaneros comunes para mercancías procedentes de terceros países que no forman parte del esquema de complementación económica, reforzamiento de la cooperación intrarregional en las esferas productiva, comercial y financiera, así como la cuestión de la competitividad.
Pero el componente esencial de todo proyecto de integración económica pasa necesariamente por el filtro de la voluntad política. La región ha visto crecer los esfuerzos conjuntos por el afianzamiento de diversos esquemas de integración dentro de los países latinoamericanos y caribeños, destacándose el Mercado Común del Sur (Mercosur) la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la Comunidad del Caribe (Caricom), elSistema de Integración Centroamericano (SICA), la Alternativa Bolivariana para América Latina (Alba) y la novedosa Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), considerada como un mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política.
Desde los años noventa del pasado siglo la región ha visto experimentar diversos ritmos de ejecución dentro de los esquemas de integración debido a la gravitación de fenómenos económicos (crisis financiera global, volatilidad o vaivenes en el comportamiento de los precios de las materias primas, incluyendo el petróleo, enfriamiento en la marcha del comercio mundial, entre otros).
Los cambios políticos que se han producido dentro de varias estructuras gubernamentales de países latinoamericanos y caribeños, especialmente en varios Estados sudamericanos (Brasil y Argentina, entre otros), han frenado el cronograma de ejecución de los diversos esquemas de integración regional debido a las manifiestas contradicciones políticas sobre el contenido de los proyectos integracionistas de la región.
Porque sería ingenio pensar que los procesos de integración sólo obedecen a intereses económicos, dejando de lado el componente político. En efecto, los factores políticos son de gran importancia para lograr que la nave de la coordinación y cooperación interestatal pueda arribar a puerto seguro con el objetivo de hacer avanzar los proyectos de integración regional.
Por: Daniel Guerrero guerrerodanielus@yahoo.com