El Gobierno ha presentado un proyecto de Presupuesto General del Estado 2023 retador por el lado del ingreso (RD$1,040, 005.5 millones), inestable por el litoral del gasto (RD$1,247,578.1 millones) y endeble respecto al control del déficit fiscal (3 % del PIB).
Esa propuesta de estimado de ingreso y Ley del Gasto Público ha sido diseñada para ejecutarse en un contexto de crisis económica y de geopolítica todavía incierto en términos de expectativas de precios de combustibles y materias primas, así como en los costos del transporte internacional y perspectivas de prolongación del conflicto Rusia-Ucrania.
El ministro de Hacienda, José Manuel Vicente admite que el gasto de capital contemplado en ese proyecto (RD$155,175 millones) es insuficiente, en contraste con el gasto corriente (RD$1 billón, 092,403.1 millones), porque elevarlo aumentaría el déficit fiscal y, por consiguiente, el endeudamiento público.
Se resalta el esfuerzo de las autoridades por fijar un tipo de redistribución regional del ingreso proyectado, con énfasis en la construcción de un monorriel y teleférico, en Santiago, otro teleférico y la línea C del Metro de Santo Domingo y la conclusión de la presa Monte Grande.
También te puede interesar: Detallan partidas se asignarán en 2023
La contrariedad mayor en la ejecución de esa Ley de Gastos Públicos estriba en la incertidumbre en el estimado de ingreso, toda vez que el ministro Vicente ha referido la imposibilidad de acometer reformas fiscales durante el año entrante, lo que deja el mejor de los escenarios de recaudación en apenas un 14.3 % del PIB.
La otra dificultad se refiere al apartado de cumplimiento del servicio de la deuda pública (pagos de intereses y capitales vencidos), que sería de al menos un 23 % del monto del Presupuesto, con el agravante de que los intereses de los bonos soberanos se incrementan de mano con el aumento de las tasas de referencias aplicadas por la Reserva Federal de Estados Unidos.
El alto componente de subsidio a los combustibles y sector eléctrico, así como las transferencias sociales para mitigar los impactos del sector externo en términos de inflación y generación de pobreza, representa otro componente de incertidumbre al momento del diseño de un presupuesto que opere con un déficit del 3 % del Producto Interno Bruto.
Lo deseable sería que alrededor del proyecto de Presupuesto General del Estado 2023, se estimule en el Congreso y en los diversos sectores sociales y económicos, una discusión útil, constructiva que derive en una ley sana ubicada entre lo ideal y lo posible.
