El ministro de Cultura y Comunicación de Haití, Pradel Henríquez, advirtió sobre un aumento en el número de contagios y muertes por coronavirus, por lo que urgió a la población evitar un desastre sanitario por el vertiginoso incremento de la pandemia, que atribuye a que se han abandonado totalmente las medidas de protección.

Hace cinco meses que el gobierno haitiano reabrió su economía al registrar un bajo nivel de contagio, después de lo cual las autoridades no hablaban de la pandemia, dando la impresión de que ya no afectaba al país.

El ministro Henríquez llama la atención sobre un “vertiginoso crecimiento” del coronavirus en los últimos días, al señalar que “la nueva situación sanitaria revela que nuestra negligencia puede reservarnos sorpresas fatales”, a pesar de que el reporte del Ministerio de Salud sitúa en 232 los fallecidos y en menos de 10 mil los contagios.

La Organización de Naciones Unidas (ONU), que opera una oficina de asistencia en Haití, relaciona las estadísticas de contagios y muertes con el reducido número de pruebas PCR, aunque también debería decirse que los informes de las autoridades no se corresponden con la realidad sanitaria.

Esa advertencia del ministro haitiano sobre el “aumento alarmante” de casos de contagios en Haití, debería llegar también a oídos de las autoridades dominicanas, en el entendido de que un rebrote pandémico al otro lado de la frontera tendría un impacto desastroso en República Dominicana.

En el reabierto mercado binacional de Dajabón interactúan centenares de mercaderes haitianos y dominicanos, lo mismo que en otros de menor incidencia que operan a lo largo del hilo fronterizo, razón por la cual se requiere que el Ministerio de Salud Pública aplique operativos preventivos especiales en esos lugares.

Es menester que se obligue a todos los ciudadanos que cruzan la frontera a llevar mascarillas, y una vez en los mercados a observar el protocolo de distanciamiento y lavado frecuente de manos, además de que brigadas procedan a higienizar con frecuencia los lugares públicos y a aplicar pruebas aleatorias de coronavirus.

Los ruegos son para que Haití mantenga los bajos niveles de contagios y fallecimientos que sus autoridades reportan, pero lo aconsejable debe ser que la parte dominicana asuma los más rígidos niveles de prevención ante la advertencia de que por inobservancia de procesos y protocolos de contención pandémica en esa nación podría producirse un desastre sanitario.