Articulistas

Privatización de las calles

Privatización de las calles

Elvis Valoy

Como las calles no tienen dolientes, y aprovechando el pandemonio que hay en ellas, el gobierno del presidente Luis Abinader es claro en sus propósitos de privatizar cada centímetro vial que haya en el país para hacer el negocio del siglo.

Iniciaron con la Omsa, la cual languidece y sus destartaladas unidades sucumben en un pésimo servicio a la ciudadanía, primer paso para su asignación individual.

Ahora va la segunda parte del plan: consistente en golpear a la clase media con el llamado “Parquéate bien” que más que resolver los acuciantes problemas del transporte, su fin es poner a “guisar” a empresas de particulares con el traumático negocio de las grúas y los estacionamientos.

La política de parqueos privados es tan inhumana que hay países en los que tuvo que intervenir el Congreso ante la bestial especulación desatada por las autoridades y esos establecimientos.

Y ahí apareció la de siempre: la corrupción. En nuestro país la privatización trae su siamesa, que es el cohecho, y en este caso inmediatamente se anunció el “Parquéate bien”, salen a relucir actos dolosos, aparentemente cometidos por una empresa que usufructúa contratos anómalos y el gobierno.

Ni tonta ni perezosa, la compañía favorecida “comerá con grasa”, con el cruel jueguito de enganchar el carrito de la gente a una grúa y llevárselo a las quimbambas, todo eso obra y gracia de esta indolente burocracia que únicamente sabe golpear a las personas de abajo para hacer millonario arriba.

Mientras todo eso ocurre, en las calles y avenidas del país se escenifica el más atroz caos que ojos humanos hayan visto, características principales del ominoso tránsito urbano, a lo que se suma el “Parquéate bien”, que con los bolsillos de la gente hará extremadamente rico a un grupo de privilegiados manganzones.