El presidente Luis Abinader despeja cualquier malinterpretación sobre las relaciones con Haití al aclarar que podría normalizarlas en la medida de lo posible.
Abinader ha reiterado que lo que no quiere es que la crisis haitiana pueda afectar la seguridad en este país.
Al reconocer que la inestabilidad y la violencia en Haití impactan en la región, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, comparte de hecho la posición del mandatario dominicano.
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Abinader no está negado a normalizar las relaciones con Haití, sino simple y llanamente que quiere evitar que los estertores de su crisis penetren a esta parte de la isla.
En el vecino país ni siquiera el despliegue de tropas internacionales ha podido aplacar la violencia y devolver el sosiego a la población.
La situación demanda esperar que mejore el clima social y político para normalizar las relaciones con la vecina nación.