Madrid.- Después de 12 temporadas y casi 700 partidos, Ricky Rubio, uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto español, anunció su retirada de la NBA a causa de sus problemas de salud mental.
En un comunicado oficial, Rubio anunció su decisión. No escondió una enfermedad que en agosto ya le apartó del Mundial de baloncesto y contra la que pelea desde hace tiempo.
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David Llopis, uno de los más reconocidos psicólogos deportivos españoles que ha formado parte del cuerpo técnico de diferentes clubes, analizó para EFE la nueva realidad a la que puede enfrentarse Ricky Rubio.
Llopis destacó la importancia que puede tener su especialidad en el deporte de elite y destacó la visibilidad que puede dar Ricky Rubio con su experiencia a conocer una realidad sobre la que se “se habla menos” pero que también “existe”.
Pregunta- ¿Le parece bien que Ricky Rubio haya hecho público su problema de salud mental? ¿Puede servir de ejemplo para otros?
Respuesta- Que deportistas referentes como Ricky Rubio hablen de la vulnerabilidad de las personas y de las dificultades para poder afrontar situaciones de máxima exigencia como es el deporte de alto nivel, ayuda a dar a conocer la otra parte de la realidad sobre la que se habla menos y que también existe.
Además, en su caso, en un contexto más exigente, al tener que afrontar la muerte de una persona con la que tenía un gran vinculo como es su madre.
Dar visibilidad a la importancia de la salud mental y a las dificultades que cualquier persona, incluso las consideradas más fuertes y que son referentes por su fortaleza puede ser muy útil si se aprovecha adecuadamente.
Este caso, nos puede servir para hablar de la importancia de la salud mental, de lo que significa, de cómo se puede contribuir a cuidarla y a potenciarla y concretar en modelos de relación organizacional que ayuden.
Estas situaciones se pueden aprovechar para transmitir-hablar de aspectos como, por ejemplo- La salud es un concepto muy amplio que recoge la salud física pero también la salud social y la psicológica.
Es importante no solo “curar” los problemas que surgen – en los tres ámbitos – sino también prevenir y fomentar las competencias que nos ayudan a tener una buena salud física, social y psicológica.
Por tanto, es importante que nos preguntemos qué estamos haciendo para potenciar la salud de las personas, de los deportistas, de los alumnos, de nuestros hijos/as… También es importante que ayudemos a entender de qué hablamos cuando nos referimos a un problema de salud mental.
En este sentido es importante que tengamos en cuenta, por ejemplo, la definición de la OMS (Organización Mundial de la Salud) que define la salud mental como el estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a las situaciones o momentos de estrés de la vida.
En este sentido, desde las diferentes instituciones deportivas, educativas, es importante que nos preguntemos qué estamos haciendo por potenciar la salud mental de nuestros jóvenes.
¿Estamos ayudando al desarrollo de las habilidades y competencias que permiten afrontar las dificultades de estrés de la vida o del deporte? Nuestros entrenamientos, nuestras clases, nuestras interacciones con los jóvenes ¿permiten y facilitan el desarrollo de las habilidades y competencias para afrontar situaciones exigentes?
Estas habilidades tienen que ver con, por ejemplo, saber establecer objetivos y focalizarse en lo importante, desarrollar un auto-diálogo reflexivo y constructivo o ser exigente consigo mismo, pero valorando las mejoras y los logros alcanzados.
Todas ellas permiten potenciar la fortaleza mental. Y, finalmente, desde nuestra experiencia con deportistas de diferentes niveles, consideramos que es fundamental para potenciar su salud mental establecer un clima de entrenamiento (aprendizaje) y rendimiento orientado al desarrollo y a la tarea.
Es clave ayudar al deportista y a su entorno a focalizarse en el aprendizaje, en la satisfacción y en el disfrute en los entrenamientos y la competición. Ese enfoque es una de las claves de la mejora y progresión y, además, va a permitir alcanzar el máximo rendimiento.
Si se hace lo contrario y se genera un clima que solo valora y pone el foco en la victoria, cuando finalmente esta no llega, se genera frustración y malestar emocional ya que el resultado se interpreta como fracaso.
P- ¿Hay suficiente apoyo en el mundo de deporte de elite para luchar contra estas enfermedades? ¿Cree que hace falta más?
R- Tanto en el deporte de elite como en el formativo sería necesario la presencia de psicólogos/as, que son profesionales de la salud mental que pueden ayudar a establecer acciones que ayuden a potenciar la salud mental y las fortalezas psicológicas de los deportistas y a detectar lo antes posibles las necesidades del ámbito psicológicos para poder atenderlas de forma adecuada.
En el deporte formativo cada vez es más normal la presencia de psicólogos, pero creo que en el deporte profesional y de elite sería necesario que se contase con un Departamento o Área de Rendimiento y salud Mental que facilitase el máximo rendimiento de los deportistas realizando protocolos de trabajo que posibiliten la fortaleza del atleta, no solo física sino también mental.
De esta forma, se trabajaría para alcanzar su máximo rendimiento potenciando también su fortaleza mental.
P- ¿Un tema de salud mental deber ser tratado en un equipo de elite con la misma importancia y normalidad que una lesión grave tipo la clásica rotura de ligamentos cruzado de una rodilla?
R- Detrás de la expresión “tiene problemas de salud mental” hay muchas diferencias y casuísticas diferentes que exigen enfoque de trabajo psicológico diferente.
Por esto es clave que en los equipos de elite existan psicólogos con experiencias profesional para que los deportistas están habituados a hablar con ellos no solo del rendimiento deportivos y de las variables psicológicas que les ayudan a rendir más, sino también de todas las dimensiones de la persona como puede ser lo que tiene que ver con la familia, pareja… Desde mi experiencia con equipos y deportistas de elite, cuando la figura del psicólogo se normaliza, es fácil entender lo que le sucede a un deportista desde el punto de vista anímico y que necesita su ayuda profesional igual que la necesita el que tiene una lesión física.
P- ¿Nota que cada vez es menos tabú hablar de un tema así o todavía hay mucho que cambiar para evolucionar hacia una mayor normalización?
R- Depende. De forma general sí que se puede hablar de que ya se habla más del tema y cada vez son más los deportistas conocidos que lo hablan abiertamente y hablan de la necesidad e importancia del trabajo con un psicólogo. En este sentido es un avance importante.
Creo que faltaría y ayudaría mucho que se hablase de temas más amplios relacionados con la salud mental como lo que comentaba en la primera pregunta. Creo que ayudaría mucho a normalizar la parte mental de una persona. Hay que tener en cuenta que estamos idolatrando a deportistas por su fortaleza mental y faltaría poner más el foco en cómo deben ser los contextos y los entornos para potenciar la salud mental y como cada persona puede desarrollar habilidades y competencias que le ayudan a afrontar situaciones difíciles.
En conclusión, hemos mejorado mucho y tenemos que seguir dando pasos que nos permitan seguir evolucionando hacia una mayor normalización.
P- ¿Cómo se puede ayudar ahora a Ricky Rubio? ¿El apoyo social externo sirve o debe refugiarse en los profesionales?
R- Él ya lo ha dicho, va a seguir trabajando el tema con sus profesionales y cuando esté preparado y lo considere hablará del tema. Así podrá ayudar a otras personas que pasen por situaciones similares. En ese sentido es importante que entendamos que detrás de cada persona con problemas de salud mental hay historias diferentes y necesidades diferentes y que son los profesionales los que deben analizar a cada persona y establecer lo que le puede ayudar.
P- ¿Qué puede haberle pasado? ¿La presión es tan dura en los equipos de elite?
Hoy en día establecer una relación causal que explique lo que ha sucedido es muy difícil. Lo que suele suceder es una combinación de circunstancias externas (lesiones, cambios de club, fallecimiento…) e internas (exigencia, personalidad, habilidades de afrontamiento) que pueden llevar a tomar decisiones al ver que no tienes las fuerzas suficientes para afrontar las exigencias.
Tenemos que ser conscientes que los contextos en los que se busca el máximo rendimiento y alcanzar unos logros exigen mucho externamente, pero la gran presión es la que uno mismo se pone, las propias exigencias y éstas, mantenidas en el tiempo, a veces te llevan a un gran desgaste.
A veces, después de sentirte vacío, tienes la capacidad de volver a recuperar las energías y volver con fuerzas. Otras veces, el desgaste es tan grande, el vacío es total que ya no puedes volver a ser el que eras.
