¿Narcoestado RD?
El protagonismo mediático por más de una semana del confeso y condenado narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo, quien parece fuera de control en afirmaciones y revelaciones contra figuras políticas y militares, obliga a preguntar si República Dominicana es narcoestado.
Aunque el término es neologismo no incluido aún en diccionario Real Academia Española su significado aceptado lo refiere a países cuyas instituciones políticas, entiéndase gobierno y funcionarios, están influenciadas y/o controladas por capos y redes mafiosas de drogas.
Entre funcionarios y narcotraficantes se establece alianza política y de negocios que garantiza desarrollar la actividad delictiva con apoyo y protección de la propia autoridad y también con impunidad para evitar procesamientos judiciales.
Ejemplo en Latinoamérica fue Colombia con figuras del narcotráfico como Pablo Escobar Gaviria, quien en decenios finales del siglo pasado ejerció tanto poder que fue legislador por Medellín e impuso condiciones para ser arrestado, además de financiar como otros capos campañas presidenciales.
Connotados casos de narcotraficantes dominicanos, algunos llevados al cine, obligan a pensar si se han dado y/o están presentes las condiciones del narco-Estado con historias como las de Florián Feliz, Quirino, Figueroa Agosto y su saga, Arturo del Tiempo y la más reciente del Dican.
Es secreto a voces en sectores populares la estrecha vinculación de micro-traficantes de drogas con autoridades con cada vez más fuerte influencia en esferas policíaco militares, judiciales y políticas para garantizar operaciones delictivas sin molestias y comprar impunidad.
Las mafias del narcotráfico internacional y local han permeado estamentos gubernamentales y políticos al extremo de conocerse escandalosas revelaciones y denuncias de los propios capos sintiéndose estafados en tratos con relevantes figuras públicas, incluido ex presidentes de la República.
El “Quirinazo” no debe reducirse a simple interpretación conclusiva de hacer “daño político” ni a descalificar sus revelaciones por ser narcotraficante, tampoco se borra con homenajes y solidaridades a Leonel Fernández.