Opinión

¿Qué será de la patria de Bolívar?

¿Qué será de la patria de Bolívar?

Rafael Grullón

Cuando Fidel Castro se preparaba para encabezar el movimiento revolucionario en Cuba, viajó a Nueva York a realizar actividades con la finalidad de recaudar fondos para su causa.
Allá residía un amigo fotógrafo de Fidel Castro, hoy retirado de la vida pública por una ley natural de la vida, pero que no ha dejado de escribir, lo que ha hecho incesantemente.

Ese fotógrafo respondía al nombre de Roberto Sala. Para que le cubriera las actividades, Fidel contactó a su amigo fotógrafo, quien le respondió positivamente.
Al terminarse los encuentros, Roberto Sala fue a su laboratorio, reveló las fotos y se las envió con su hijo, quien también aprendió el arte de la fotografía. Al hijo, Fidel Castro le puso Salita, diferenciándolo de su padre, Roberto Sala.
Cuando el hijo de Sala llegó al apartamento donde estaba Fidel Castro, lo encontró frente a una mesa repleta de papeletas en dólares. Salita le entregó las fotografías, pero le lanzó de inmediato «El dardo de los Partos», «que decía su padre que le envíe el pago por los servicios prestados».

Fidel Castro miró a Salita a los ojos y le dijo: «Dile a tú padre que yo no tengo dinero». Salita, asombrado, le señaló hacia la mesa «¿Y esos que están sobre la mesa? Fidel Castro le contestó: «Ese dinero es para la Revolución».

La respuesta marcó al muchacho. Meses después le llegó la noticia a Salita que los barbudos de la Sierra Maestra encabezados por Fidel Castro habían triunfado en Cuba, habían tomado el Poder.

Salita, quien se había hecho un fotógrafo como su padre, no lo pensó dos veces y se despidió de su madre en un apartamento de Nueva York para irse a retratar a Fidel Castro, lo que hizo durante 50 años de la Revolución Cuenta al retirarse Salita, que Fidel Castro le habilitó en el avión un laboratorio de fotografías y que el primer viaje que hizo el líder de la Revolución Cubana fue a Venezuela, a cuya capital, Caracas, llegó un viajero un día y antes de quitarse el polvo del camino y saber dónde se comía y se dormía, preguntó: ¿Dónde está la tumba de Bolívar?.

Cuando Hugo Chávez emprendió su camino hacia el poder dijo que Bolívar había desenvainado su espada de nuevo y montado a caballo.
Pero hoy hay que aconsejarles «a los chavistas» en el Gobierno lo que decía Juan Bosch: No se puede ser democrático para una parte de la sociedad y dictador para otra, porque a los que se les aplique la democracia terminarán en solidaridad con aquellos a los que se les aplica los métodos dictatoriales.

El mejor camino para Venezuela es el cause democrático. De lo contrario, no sabremos cuál será en futuro inmediato de la patria de Bolívar.

Por:  Rafael Grullón [pulsodelasemana@yahoo.com]

El Nacional

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